Reseña: La enumeración, de Nora Avaro
Ensayos sobre poetas y diaristas
Salvo una breve nota introductoria, no hay prólogo en La enumeración. Narradores, poetas, diaristas y autobiógrafos, de Nora Avaro. El primer texto es un ensayo sobre Jorge Luis Borges y la enumeración. Puede surgir el prurito: “¿Otra vez Borges?”. La propia autora confesó en su momento a su casi tutor Alberto Giordano –que la persiguió para que publicara en esta colección dirigida por él– que dudó mucho en incluirlo. La pregunta es por qué dudó tanto si el texto es bueno y por qué lo incluyó primero. Avaro no es para nada una recién venida. Aunque no había publicado todavía ningún libro, le bastaba la escritura del extenso prólogo a Conocimiento de la Argentina de Adolfo Prieto para dudar menos. O, en todo caso, para arrancar con cualquiera de los dieciocho trabajos incluidos en La enumeración.
Porque conviene decirlo rápido: en los otros dieciséis trabajos brillan varios como gemas, de fulgor lento o veloz, que convierten a este volumen en uno de los mejores libros recientes sobre crítica, ensayo y literatura argentina. Ya el tercer texto, “Canastas tobas”, abre más la puerta. Es sobre Hebe Uhart, y gira alrededor de sus libros de viajes, en particular un texto sobre Rosario. Avaro ya no oculta las cartas: se nota que le gusta mucho leer con un lápiz para marcar (o su equivalente) y que no esquiva mostrar su propia personalidad en el impulso. Aquí se vale de una famosa anécdota sobre “perros suicidas” en Rosario (que gustaban tirarse al abismo en un borde del Parque España) para mostrar su desorientación (auténtica o fingida) ante lo que la cronista Uhart le pide: datos muy precisos (en el estilo de una guía de viajes curiosa) sobre la ciudad, empezando por quién era Nicasio Oroño, que da nombre a una de las más populares arterias de esa ciudad argentina.
El mismo movimiento aparece, en “Un planeta absoluto”, sobre Marosa di Giorgio. La poeta uruguaya le pone una condición a Avaro: el reportaje debe hacerse por escrito. En el caso de “El camello”, sobre María Moreno, elige a la para ella auténtica despistada viajera María Moreno, antes que cierta capacidad adquirida para lo mismo de Matilde Sánchez (sólo para descubrir que también Moreno miente). En ese movimiento se pinta a sí misma golpeada por el modo en que la idea previa que tenía, por así decirlo, se le pincha.
La extensión, la complejidad y un logro alto llegan con “La poeta menor”, dedicado a Gabriela Saccone. Es el ensayo más extenso del libro. También incorpora el conocimiento mutuo (se conocen desde la escuela primaria) para presentar la obra más bien escueta pero concreta y hasta feroz de la autora. Con una larga serie de citas, hace que quien lee termine deseando con ardor leer más. Aplica saberes y estrategias para que el poeta menor ya no lo sea (“¿entonces por qué la llama menor?”, sería el prurito en este caso). Avaro pertenece a un nutrido grupo de ensayistas, académicos y lectores entrenados de Rosario que han fabricado una serie de marcas de reconocimiento. La palabra “menor” significa otra cosa, teórica podría decirse.
El trabajo sobre la uruguaya Idea Vilariño (que subraya el esmero de la poeta para fabricarse una imagen “natural”, siempre en corrección), o el del narrador Salvador Benesdra (y sus artes para convertirse en “el gran realista”) confirman su condición de ensayista a la vez sutil y refinada o contundente. Un texto breve en comparación, “Las dos lapiceras”, afirma ser sobre Alejandra Pizarnik pero también abarca a Katherine Mansfield y otros diaristas.
Es casi inevitable considerar a Nora Avaro “provinciana”, en el sentido que ella misma usa para definir a Carlos Mastronardi ante Borges. Mastronardi cita a Melville: “Ya de muy joven era tan poco ambicioso como un sesentón”, y reconoce: “No soy Melville, pero este rasgo es mío”. Es la paciencia, lo lento, lo siempre casi perfecto, frente a lo veloz, la carrera, cierta frivolidad y ruido. Una y otra vez La enumeración acierta, da en el blanco, aporta vida propia para hablar de otro. Casi casi una escritora (o cronista) a secas.
LA ENUMERACIÓN Por Nora Avaro, Nube Negra. 210 páginas. $ 280