Reseña: Iconografías malditas, imágenes desencantadas, de Eduardo Grüner
Iconografías malditas, imágenes desencantadas tiene un gran protagonista: Aby Warburg (1866-1929), figura imprescindible de la historia del arte que, con su lúcida transversalidad y sus múltiples intereses, trascendió los límites de una disciplina que él tildaba de excesivamente formalista. Gracias a ideas casi proféticas, como aquella de la supervivencia de ciertas imágenes a lo largo del tiempo, quedó en la historia.
El crítico y profesor Eduardo Grüner aclara, sin embargo, que éste no es un texto sobre Warburg sino más bien un “ensayo proto-warburguiano.”. La prueba de eso es que uno de los grandes motores de su ensayo es el análisis que hace de lo que dice Warburg sobre el cuadro El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli, esa especie de gran ombligo del Renacimiento en el que la belleza, el equilibrio y la armonía contrastan con esa especie de caótico remolino del pelo de la diosa que viene a romper la pretendida linealidad: “La contradicción entre las dos direcciones del viento no es más que la expresión formal de un conflicto irresoluble entre la belleza y el horror”.
En estos ensayos que conjugan artículos académicos (el autor es miembro de la revista Conjetural) y apuntes de clase (es uno de los profesores más respetados de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA), Grüner ofrece conceptos clave en forma de juegos de palabra –“desde el Renacimiento fuimos pasando del arte religioso a la religión del arte”–, una apología del silencio como “trinchera de resistencia ante el embate fascista del sonido y la furia comunicacional”, y hasta comparte sin egoísmo algunas de sus imágenes encantadas favoritas como, por ejemplo, la de la tribu de los dogones en Mali que guardan durante toda su vida, al mejor estilo hombre prehistórico, un secreto, el de su propio nombre.
Grüner propone, además, una serie de exquisitas paradojas sobre la intermitencia iconográfica como la del rostro “re-velado”, es decir, aquella orden del Frente de Liberación Nacional argelino de que sus mujeres islámicas, en el contexto de la guerra de Independencia de Argelia, se quitaran el velo porque eso las volvía menos sospechosas, menos misteriosas para los ocupantes franceses y, por eso mismo, mucho menos identificables. “Es porque el velo que está ausente está más presente que nunca”, concluye el propio Grüner.
Profundidad, humor, cierto coloquialismo de aula son algunas de las características de estos ensayos, además de ese encabalgamiento entre capítulos que consiste en unir la última frase de cada sección con el título de la siguiente y que no es sólo una estrategia discursiva sino también una especie de puesta en acto de las ideas presentes en Iconografías malditas, imágenes desencantadas. Porque en el caldo de cultivo de esos verdaderos agujeros negros de las imágenes emergen también los fantasmas, contradicciones y perversiones de la modernidad donde, al mismo tiempo que la sociedad pretende evolucionar, también retrocede con paso de cangrejo, ya que –se lee– “la Modernidad consiste en esa indecisión entre el esplendor de sus sueños y el abismo pavoroso de sus monstruos”.
Aun cuando Grüner trabaja quizá con textos demasiados transitados como El proceso o El castillo de Kafka –otro de los grandes relatores de ese monstruo de dos caras que es la Modernidad– en detrimento de sus diarios o algunos de sus cuentos, lo hace siempre con una vuelta de tuerca original. Por ejemplo, con su interpretación de “Ante la ley”.
Una de las claves de la crítica del arte de hoy pasa, según Grüner, por el concepto de trans-esteticidad de las imágenes, algo así como su contacto con el barro del mundo. Esa trans-esteticidad es una especie de arma que cumple un doble objetivo: sirve para aceptar la historia del arte como un campo de batalla y, al mismo tiempo, permite tomar una posición en él. En otras palabras, que en este caso son las propias palabras de Grüner, “incluso la obra más estetizada por nuestra percepción histórica guarda sus intermitencias terroríficas, sus esqueletos en el armario”.
ICONOGRAFÍAS MALDITAS, IMÁGENES DESENCANTADAS
Por Eduardo Grüner
EUFy. 180 págs., $ 290