Reseña: Cine, política, contracultura
Sobre Las rupturas del 68 en el cine de América Latina
En su presentación de este volumen colectivo, Mariano Mestman, su coordinador, se pregunta: “¿Por qué revisar, una vez más, el cine del 68 en América Latina?”. El año 1968, como vórtice de lo que Fredric Jameson llamó “la larga década del 60”, indica una fecha catalizadora de procesos que significaron verdaderas rupturas. Al dirigir la pregunta hacia América Latina, los ensayos que integran este libro contribuyen a desplazar la centralidad que tuvieron Europa y Estados Unidos en la consideración del período. Y al enfatizar la pluralidad de las rupturas del cine del 68 en su dimensión contracultural y política, ofrecen una visión de conjunto hecha sobre especificidades. Es así como, en la primera parte, ocho reconocidos especialistas apuntan a desentrañar los rasgos singulares que alcanzaron dichas rupturas según la particularidad de cada país.
David Oubiña revisa el vínculo entre el cine de intervención política y las formas experimentales en la Argentina. Javier Sanjinés analiza cómo se articulan la perspectiva revolucionaria y la cuestión colonial en el cine político boliviano. Un texto de Ismail Xavier recoge las peculiaridades del caso brasileño en el contexto de una radicalización de la dictadura militar. El hito que significó para el llamado “Nuevo Cine Latinoamericano” el festival de Viña del Mar es revisado por Iván Pinto en relación con el Nuevo Cine Chileno. Sergio Becerra rescata la figura del sacerdote Camilo Torres para abordar el cine militante colombiano. En su ensayo sobre Cuba, Juan García Borrero analiza los conflictos a los que asistió un cine propulsado por políticas estatales revolucionarias, mientras Álvaro Vázquez Mantecón detecta los rasgos del 68 mexicano según el rol del movimiento estudiantil. Finalmente, Cecilia Lacruz señala el papel que cumplieron festivales, cinematecas y cineclubes en el cine político uruguayo.
La segunda parte de Las rupturas del 68 en el cine de América Latina está integrada por tres trabajos que cruzan casos nacionales con una perspectiva regional. María Luisa Ortega se detiene en la célebre Muestra de Mérida (Venezuela, 1968) para indicar la confluencia de vertientes del documental. Mirta Varela revisa el vínculo entre el cine y los desarrollos de la televisión. Y Paula Halperín verifica en dos películas un giro comercial en el cine de dos autores emblemáticos de Brasil y la Argentina.
Si bien no se trata de una investigación colectiva, los autores mantuvieron un diálogo estrecho bajo la coordinación de Mestman, que excede los márgenes del libro y participa de debates en curso, en el marco de una amplia bibliografía sobre el cine latinoamericano de los años sesenta en la que este trabajo viene a ocupar un lugar insoslayable.
LAS RUPTURAS DEL 68 EN EL CINE DE AMÉRICA LATINA
Por Mariano Mestman (coordinador)
Akal
471 páginas, $ 380