Regreso a clases: fiesta para unos pocos, incertidumbre para casi todos
La ciudad de Buenos Aires está de fiesta, los alumnos de los últimos años de primaria y secundaria volvieron a clase. Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires, solo se habla del regreso en 24 distritos: Chivilcoy, Daireaux, Saavedra, Bragado, Tres Lomas, Lobos, Lezama, Salliqueló, Alberti, General Lavalle, Adolfo Alsina, Monte Hermoso, 9 de Julio, Puan, 25 de Mayo, Tordillo, Guaminí, Monte, General Lamadrid, Rauch, Florentino Ameghino, Carlos Tejedor, González Chaves y Chascomús. ¿Tiene sentido? ¿Es comprensible que todavía tengamos a miles de chicos y chicas encerrados?
Me duele que mientras unos están celebrando el regreso del reencuentro con sus compañeros y amigos, en otros lugares continúan en sus casas. En los distritos que no están contemplados en este plan de retorno progresivo a las aulas, hay bares y restaurantes abiertos lo mismo que escuelas municipales de música y teatro. También están abiertas las escuelas de tenis y fútbol, los supermercados y tiendas de todo tipo. Vemos niños y niñas en plazas, parques y paseos que se juntan y adolescentes que se la pasan en encuentros ´clandestinos´. Sin embargo, los alumnos, igual que en la mayor parte del país, siguen encerrados.
Hace más de 100 años logramos que en la Argentina la escuela sea un bien preciado, valorado por todos. Y en estos 8 meses estamos tirando esa tradición por la borda. ¡Es urgente! ¡Tenemos que volver a las aulas! Y si no hay condiciones para abrir las escuelas, no importa, no caigamos en esa trampa, hay otras alternativas, seamos creativos. Urge volver a generar encuentros educativos, esto se puede lograr mañana mismo. En todos esos distritos de la provincia de Buenos Aires y del resto del país, hay escuelas rurales que podrían haber funcionado hace meses y siguen cerradas. Estamos hablando de más de 21 mil escuelas en zonas rurales, es decir, cerca de 900 mil chicos y chicas estudiando en la ruralidad en distintos niveles de escolaridad. Se trata de un número significativo de jóvenes y la mayoría tienen muchas dificultades para poder seguir las clases a distancia, de forma remota. ¡Esos chicos necesitan salir de su soledad y volver a verse!
A esta altura, creo que son los mismos alumnos los que tienen que pedir la vuelta. ¿Saben lo que significa para un joven tímido, que le cuesta relacionarse, hacerse amigos, haber estado 8 meses en su casa sin contacto con sus compañeros? ¿Saben lo que significa para un niño o niña que en su hogar no tiene espacio donde jugar, haber permanecido encerrado? ¿Saben lo que es para un alumno con dificultades de aprendizaje, haber estado sin clases tanto tiempo? La Organización Mundial de la Salud acaba de decir que la cuarentena prolongada no sirve ¿Y nosotros vamos a seguir con la educación presencial clausurada? Poner primero lo primero significa, en este momento dar prioridad a lo que necesitan nuestros alumnos. ¡Ellos necesitan volver!
Terminemos con esta incertidumbre, es urgente. Sé que somos capaces de cuidarnos y de aplicar los protocolos y medidas de seguridad. Los números lo dicen todo, es escalofriante y preocupante: Los datos del Ministerio de Educación de Nación hablan de 1,5 millones de estudiantes se verían desvinculados de la escolarización en inicial, primaria, secundaria y SNU de la educación común de ambos tipos de gestión escolar y ámbito pospandemia. En Buenos Aires significa unos 527.646 alumnos.
Estoy convencida que si vuelven en noviembre y diciembre los habremos motivado y alentado a seguir en la escuela. ¡Ahí la fiesta va a ser para todos!
Profesora, investigadora y escritora especializada en educación