Reseña: Sistema nervioso, de Lina Meruane
El Padre le regala a Ella un perro de peluche al que llama gastroenteritis y que luego el Primogénito, celoso, hace desaparecer. La Madre lo encuentra enterrado en el jardín totalmente descompuesto. Ella lo envuelve y a su vez se los regala a los Mellizos que guardan el cadáver del peluche y lo utilizarán, años más tarde, para hacer un cortometraje dedicado al Padre. Bizarro y siniestro, de un humor corrosivo, este relato cifra la circulación simbólica de las relaciones en Sistema nervioso, de Lina Meruane (Santiago de Chile, 1970).
Los personajes, identificados solo por sustantivos comunes con mayúsculas y pronombres personales, pertenecen a un sistema familiar agobiante, herido, con cicatrices y ablaciones que refieren sus historias y vínculos de un modo quirúrgico. Al igual que en el previo Sangre en el ojo, la protagonista tiene un gran enojo, en este caso la frustración por no terminar la tesis para doctorarse en Astrofísica y el peso de la mentira que le dice al Padre de haber obtenido el título: la insoportable situación la lleva a desearse una enfermedad, grave pero no mortal. Los cuerpos enfermos y los síntomas; los agujeros negros y los mundos por descubrir; el dolor, los desaparecidos en la dictadura y los refugiados; el amor y sus contratos son los temas, recurrentes en la autora, que articulan la novela. La sucesión de fragmentos mapean una política del cuerpo provocadora, como si desde lo desmembrado pudiera emerger, por su propia restricción, las relaciones entre la enfermedad y las conductas. Perturbadora, la escritura de Meruane se ha tensionado hacia un ajuste perfecto de la lengua.
Sistema nervioso
Por Lina Meruane
Eterna Cadencia. 264 páginas. $ 440