¿Quién quiere ser docente?

¿Hay profesión más importante que la de un docente? ¿Quién no recuerda algún docente que le haya contagiado ganas de saber y le haya abierto una ventana al mundo? ¿Qué otro lugar puede ser más importante en el mundo que un aula?

La pandemia nos marcó un alto en el camino y nos hizo revalorizar el rol de la escuela y de los docentes. Quienes tuvieron estudiantes en casa pueden dar fe: lograr que chicos y chicas construyan conocimientos no es sencillo. Los docentes se enfrentaron a una realidad para la que no todos estaban preparados. Esta tarea, tan esencial en una sociedad, es mucho más difícil que en el pasado. La complejidad de las condiciones sociales de los y las estudiantes, las condiciones de trabajo, el vínculo con las familias que se ha transformado a lo largo de los años y muchas veces cuestiona la autoridad docente más la “competencia” con los dispositivos tecnológicos, lo vuelven un trabajo cada vez más desafiante.

Desde el plano de la política educativa, podemos acompañarlos creando condiciones para fortalecer la docencia, para que más personas comprometidas y apasionadas puedan y quieran elegir la docencia como profesión. Son muchas las aristas a mejorar, desde una formación de mayor calidad hasta mejores salarios, roles diferenciados y nuevas regulaciones, pero hay formas de empezar.

En la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se sancionó en mayo de este año la Ley de Fortalecimiento de la Carrera Docente, que creó nuevos roles horizontales para incentivar a los más comprometidos a acceder a ascensos sin dejar el aula. Es un cambio histórico para los docentes de la ciudad, a los que les ofrece nuevas oportunidades de desarrollo profesional que hasta ahora no tenían.

Hasta este año, un docente motivado a asumir nuevos desafíos solo tenía la posibilidad de alcanzar un puesto directivo, demorando entre 15 y 20 años y teniendo que dejar el aula. Sin embargo, no todos quieren dejar de enseñar para asumir tareas de gestión que, además, tardan tanto tiempo en concretarse en un puesto de mayor jerarquía y salario. Con estas modificaciones se busca fortalecer la carrera ofreciendo oportunidades intermedias de ascenso, con mayor formación y remuneración.

En la ciudad empeoraron los resultados de aprendizaje en comparación con años previos a la pandemia. Según los resultados de las pruebas Aprender, en el área de Lengua se evidenció un deterioro significativo. El porcentaje de estudiantes que no alcanzaron el nivel básico aumentó 8,2 puntos alcanzando un 11,1% en 2021 cuando en 2018 era de 2,9%. Asimismo, entre 2018 y 2021 disminuyó la cantidad de alumnos en nivel avanzado, pasando de 53,8% a 38% respectivamente. Por su parte, en matemática también decreció la cantidad de alumnos en el nivel avanzado de 37,1% a 31,1% entre 2018 y 2021 y aumentó levemente el porcentaje que no alcanzó el nivel básico.

Estos efectos han sido más marcados en los sectores más vulnerables. Por ello, los nuevos roles docentes creados se dispondrán en aquellas escuelas que más lo necesiten. A quienes accedan a estos cargos de ascenso horizontal se les requerirá una permanencia en escuelas de mayor vulnerabilidad educativa por al menos tres años, para acompañar a alumnos que presenten mayores dificultades. Además de ser una herramienta para construir justicia educativa, esto contribuye a abordar la alta rotación docente que se vive en las escuelas, y que dificulta el seguimiento de las trayectorias de los alumnos.

En la región ya hay experiencias valiosas en países como Colombia, Ecuador, México y Perú, además de un gran consenso entre especialistas sobre la necesidad de abordar la desigualdad educativa dotando a las escuelas de sectores más vulnerables con docentes de mayor formación. La ciudad se convierte así en la primera jurisdicción de nuestro país en avanzar sobre el desarrollo de una carrera docente en esta línea.

El gobierno de la ciudad ya habilitó los cursos para acceder a estos cargos a partir de 2023. Son más de 1000 docentes quienes están cursando los programas que les permitirán acceder a los ascensos. Esta formación se centrará en matemática y prácticas del lenguaje, que son las dos áreas que sufrieron mayor deterioro.

Las dificultades del contexto actual no pueden ser excusa para no transformar lo que se debe mejorar. Al contrario, el complejo momento que atravesamos exige más y mejor educación: necesitamos que las personas con mayor compromiso y pasión estén en el lugar más importante del mundo, las aulas. Una mejor carrera docente es necesaria y posible. Paso a paso tenemos que crear condiciones para que la docencia sea cada vez más atractiva.

Legisladora CABA Evolución UCR, Presidenta Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología