Quedó escrito el prólogo hacia 2015
La realidad superó a la ficción. La comunicación oficial bordeó el surrealismo
Concluyó el primer capítulo de la transición hacia el 2015. Quizás, lo más justo sea llamarlo prólogo y hablar en octubre del primer capítulo. La primera buena noticia fue ver las mesas electorales pobladas de autoridades. La gente se está dando cuenta de los riesgos que conlleva nuestro vetusto sistema de boletas y eso es bueno.
Tal como era previsible se festejaron victorias inexistentes. Sin embargo, como siempre en la Argentina, la realidad superó a la ficción. Derrotados que hablaron como si hubieran ganado, ganadores que no habían en la práctica ganado y festejaban, y ganadores que en realidad perdieron o empataron. No sorprendió que el Gobierno nacionalizara el resultado, en este caso con la conveniente omisión de porcentajes, es su peculiar forma de leer la realidad. Los rostros de los panelistas de 6,7,8 eran más que elocuentes, una vez más, una imagen valía más que mil palabras.
La fórmula es la habitual, distorsión, omisión y negación
La manipulación en la presentación de los resultados ha hecho honor a una tradición de la década ganada: se asimila al manejo de las cifras de inflación, pobreza e inseguridad.
La fórmula es la habitual, distorsión, omisión y negación.
La comunicación oficial bordeó el surrealismo. Pongamos las cosas en claro: los resultados de Capital Federal pronostican que se perderá la banca del Senado y un claro tercer puesto en diputados. Los candidatos fueron felicitados por ello. Notable. El porcentaje nacional posiblemente sea el peor de la historia, pero es para alegrarse, calculo que se referían a la oposición.
Desde ya quedan importantes interrogantes a dilucidar: ¿Cuánto será el compromiso de los votantes de las primarias cuyos precandidatos hayan perdido? ¿Votarán a los ganadores o en octubre elegirán otro partido? La fuerte polarización, ¿hará que algunas fuerzas minoritarias, aún cuando saquen los votos suficientes para participar en la próxima elección, obtengan menos apoyo en aras de un voto útil? Esto podría ser válido para el antikirchnerismo tanto como para los defensores del modelo oficial. ¿Se puede comparar los resultados de las PASO contra los resultados de una elección legislativa? ¿No es esperable que los votantes, tal vez, tengan diferentes criterios al momento de votar en una PASO que en una legislativa?
La ausencia de La Cámpora, Amado Boudou y el núcleo duro cristinista reeleccionista en la campaña son las primeras señales del fin de ciclo.
La batalla en la provincia de Buenos Aires dejó a un serio aspirante presidencial de cara a 2015. Sergio Massa obtuvo una victoria que, además, confirma un rumor que rondaba las últimas semanas: no eran sólo veinte intendentes, había socios silenciosos de su proyecto. Los resultados en municipios a priori perdidos, así lo indican. También dejó heridos cuya rehabilitación es harto dificultosa: Francisco De Narváez y Scioli, aunque con éste último nunca se sabe.
Finalmente, el discurso de la Presidenta tuvo un momento de éxtasis: "Nunca les he mentido". En realidad las que no mienten son las matemáticas: dos más dos son cuatro hasta en las elecciones argentinas.
La ausencia de La Cámpora, Amado Boudou y el núcleo duro cristinista reeleccionista en la campaña son las primeras señales del fin de ciclo.
Otra cuestión a dilucidar, será cómo se rediseñan las campañas a partir de estos resultados. Si la hipótesis de una polarización mayor para octubre se cumple, esto se verá reflejado en los nuevos spots de campaña.