Queda mucho por contemplar con serenidad
Para muchos que adhieren a diferentes credos religiosos, e inclusive para pensadores no confesionales (baste citar, por ejemplo, a Norberto Bobbio) todo aborto implica una muerte y una injusticia que ocurre ante lo más débil e indefenso. Pero cuántos matices delicados y complejas circunstancias rodean una cuestión tan grave. Y que, en alguna medida, apenas quizá, se pusieron de manifiesto en la Cámara de Diputados y en las multitudinarias movilizaciones de la sociedad en los últimos días.
El debate hubiera requerido aportes acaso más sustanciosos y versados, pero lo cierto es que se ha ido dando (y no sólo en nuestro país) un "clima de época", un "cambio cultural" en las percepciones, con tonos y testimonios muy variados. No pocos jóvenes entienden que se trata de una decisión privada que corresponde a la mujer y que no compromete a la sociedad en su conjunto. Al mismo tiempo, ante este panorama se tuvo la impresión de que predominaban las posturas o las pasiones ideológicas y principistas y que quedaba mucho por contemplar con serenidad. No se trata de un tema sólo político, sino moral y filosófico.
Uno de los aspectos de la discusión que se presentó con mayor fuerza afectiva fue el drama de las mujeres que al recurrir al aborto clandestino sufrieron todo tipo de dramas, cuando no la muerte y que quedaban expuestas al castigo. Es claro que lo que falta por considerar es una educación para el ejercicio responsable de la sexualidad y la aplicación de métodos para no llegar a embarazos no deseados. En eso, toda la sociedad, y el Estado en particular, están en deuda. No se puede estar en contra de la despenalización del aborto, sino que urge crear nuevos instrumentos de acompañamiento y comprensión.
Ciertamente la capacidad para un diálogo que reconozca diferencias y las respete es fundamental. Los caminos del consenso son claves en la vida de toda sociedad. La posición de gran parte de la jerarquía católica realizó esfuerzos en ese sentido, pero todavía hay mucho trecho por recorrer.