¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche?
Crayones perdidos que reclaman atención, perros con destinos extraordinarios, una guía extrema de la Tierra y un libro soñador que sale a recorrer el mundo: así son los protagonistas de los títulos infantiles que recomendamos esta semana. Además, una nueva colección para los más chiquitos
Para los más chicos
El día que los crayones regresaron a casa (Fondo de Cultura Económica), de Drew Daywalt y Oliver Jeffers. Continuación del best seller El día que los crayones renunciaron, este libro ilustrado retoma la idea del original con una vuelta de tuerca: esta vez, los crayones coloridos de Duncan, que el niño perdió y olvidó por completo, le reclaman por su descuido. Lo hacen, de manera irónica y divertida, a través de postales que le envían desde los rincones de la casa donde los dejó en algún momento. “Saludos desde la alfombra”, le escribe uno. Otro, el verde flúo, le avisa que se cambió de nombre porque a nadie le gusta ese color; firma su carta como “Esteban, el magnífico”. Cuando Duncan se da cuenta que perdió tantos crayones toma una decisión que alegrará a todos los colores. Recomendado para: los que disfrutaron de la primera aventura y los que quieran conocer a Duncan y sus crayones.
Cinco besos (Pequeño Editor), de Ruth Kaufman y Diego Bianki. De la colección Pequeños Duraznos, una serie de preciosos libros de tapa dura, formato cuadrado y pequeño, ideal para los más chiquitos. Cinco besos, uno de los títulos de la nueva serie, repasa los números a través de las partes del cuerpo de un perro y de un bebé. Tierno, colorido y muy sencillo, es un trabajo conjunto de dos de los fundadores de Pequeño Editor. Recomendado para: tocar, mirar, morder y disfrutar con nenes de pocos meses y hasta tres años.
Para los más grandes
Destinos perrunos (Edelvives), de Sébastien Perez y Benjamin Lacombe. Los autores franceses recopilan en este libro quince historias de perros que tuvieron destinos poco convencionales. Romeo, uno de ellos, vivió sólo un año muy feliz junto a su anciana dueña. O Houdini, un chihuahua adiestrado de ocho años que actuaba en un circo y, un día, desapareció. Ofrecen también a los lectores la posibilidad de dibujar a sus mascotas en las páginas finales, que traen marcos vacíos y espacio libre para el que quiera escribir alguna historia. También, un índice enciclopédico con información sobre las razas perrunas que aparecen en el libro. Recomendado para: amantes de los perros, tengan o no uno de mascota.
Guía turística de la Tierra extrema (Iamiqué), de Mariano Ribas. Divulgador científico, astrónomo amateur e integrante del equipo educativo del Planetario porteño desde hace varios años, el autor de esta original guía ilustrada por Javier Basile presenta una serie de preguntas y datos curiosos vinculados con las características más extremas de la Tierra. Desde el nacimiento de las estrellas y los planetas hasta el salar más salado y el poblado con más días de lluvia de todo el mundo; también, los ríos más peligrosos, desiertos con temperaturas increíbles e islas completamente deshabitadas. Recomendado para: fanáticos de la ciencia y la geografía que quieran aprender de manera divertida.
El pequeño Orbis Pictus (Nazhira), de Alicia Zaina. “El libro que aprendió a volar”, dice el subtítulo de esta novela protagonizada por un libro soñador que quedó olvidado al fondo de un estante. Narrado desde el punto de vista del libro, plantea una entretenida aventura en catorce capítulos y un epílogo, que pueden leerse uno por noche o, de un tirón, para los que no quieran soltar el libro. Recomendado para: chicos de cinco años en adelante que les gusten las historias tiernas y delirantes.