¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? Cinco cuentos para compartir antes de dormir
Seleccionamos cinco libros ilustrados para leer con los chicos que todavía disfrutan de la lectura compartida con los adultos: entre ellos, uno de David Grossman, reciente ganador del premio Man Booker internacional
Aunque ya sepan las letras y puedan reconocer palabras y armar frases, muchos chicos siguen pidiendo que les lean un cuento antes de dormir. Mientras escuchan las historias y la voz de sus padres o de quien ocupe en ese momento el lugar del narrador, los chicos imaginan escenas y personajes y van entrando en ese estado maravilloso del sueño. A menos que se resistan a caer dormidos y reclamen un cuento o un capítulo más.
Todos duermen, de Roberto Cubillas y Dani The O (Comunicarte). “De noche todos duermen”: así comienza este bellísimo libro publicado por la editorial cordobesa en su colección Bicho Bolita. Ilustrado a todo color sobre páginas de fondo negro, como la noche, es un álbum ideal para leer a los más chicos a la hora de ir a dormir, ese momento tan especial para padres cansados e hijos insomnes que estiran el día hasta el infinito y más allá. Los personajes de este cuento son vecinos, animales como el ciempiés y un pez llamado Alberto, un monstruo pequeño y una hermandad de cactus. Hasta el sol y la luna duermen en esta historia: todos duermen menos Pablito, que está nervioso porque al otro día tiene prueba de matemática. Recomendado para: acompañar la lectura con alguna de esas conmovedoras canciones de cuna que nos cantaban en la infancia.
Mi amigo el mar, de Magela Demarco (La Brujita de Papel). El mar es un amigo incondicional, asegura la autora al inicio del libro. Y para demostrarlo nada mejor que las potentes ilustraciones de Caru Grossi que representan escenas de playa con el mar azulado como protagonista. El texto, breve y en letras mayúsculas de imprenta, invita a los pequeños lectores a sumergirse en una historia entretenida con un final feliz y prometedor. Recomendado para: los que disfrutan del sonido y la fragancia del mar.
Las cosas de la familia Claroscuro, de Beatriz Doumerc y Ayax Barnes (Colihue). Premiado en 1981 en Milán, con el premio Mariela Linder, que tuvo a Italo Calvino como presidente del jurado, este título de la escritora Beatriz Doumerc (1929-2014) y el dibujante Ayax Barnes (1926-1993) fue rescatado por Colihue en su colección Tal para cual. Autores de libros emblemáticos para chicos en la década de 1970, muchos de ellos prohibidos por la dictadura militar, como El pueblo que no quería ser gris y La línea, debieron exiliarse después del golpe de Estado de 1976. Las cosas de la familia Claroscuro ofrece cuentos breves en cada doble página con escenas de la vida cotidiana de una familia común y corriente que vive situaciones extraordinarias. Recomendado para: conocer la obra de esta pareja creativa publicados originalmente en las colecciones Cuentos de Polidoro y Los cuentos de Chiribitil, del Centro Editor de América Latina.
La princesa del Sol, de David Grossman y Michal Rovner (Sextopiso). El escritor israelí, reciente ganador del premio Man Booker Internacional con su novela Gran cabaret, publicó el año pasado su segundo libro para chicos. Como en el anterior, El abrazo, publicado por la editorial mexicana en 2013, el texto está acompañado por las delicadas ilustraciones de la artista Michal Rovner. Con traducción del hebreo de Rosa Méndez, La princesa del Sol cuenta un día en la vida de una madre y una hija que juegan (en secreto) a ser la reina y la princesa del Sol. Recomendado para: los que disfrutan de las historias tiernas que buscan la complicidad del lector.
Dentro del bosque, de Alejandra Fernández Mingorance (Pípala). Un libro sin texto (silent book) con páginas en formato de acordeón que propone un doble camino de lectura: de un lado, se ve un personaje con cabeza de pájaro que parece jugar a las escondidas en un bosque; del otro lado, la fantástica aventura continúa. Recomendado para: imaginar la historia que planten las ilustraciones en cada página y crear un cuento propio.