Profesionales de enfermería: el aprendizaje obligado que nos deja la pandemia
Este año quedará en el recuerdo del mundo entero. Una pandemia sin precedentes azotó a la mayoría de los países del mundo, saturando casi todos los sistemas de salud y generando muchísimas muertes.
Dicen que de todo se aprende. Y, muchos, intentamos transformar las crisis en oportunidades. Apliquemos estos sabios consejos y busquemos el aprendizaje que nos deja esta durísima situación que nos tocó vivir.
Como enfermera, y en este año tan significativo para nuestra profesión, ya que se celebra el Año Internacional de la Enfermería, en homenaje a los 200 años del nacimiento de Florence Nightingale, no puedo pensar en otro aprendizaje que el que atañe a nuestra profesión, con la convicción de que toda mejora en este aspecto repercutirá directamente en los resultados de salud de las personas.
La pandemia evidenció, una vez más, la falta de profesionales de enfermería. Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la Situación de la Enfermería en el Mundo, nuestro país posee 26 profesionales de enfermería cada 10.000 habitantes. Seguimos siendo un recurso humano en salud muy valioso, pero sensiblemente escaso.
Por otra parte, no todos los profesionales de enfermería que hoy ejercen en nuestro país han finalizado su carrera de grado, y son muy pocos los que tienen formación de posgrado. Sin dudas, estos niveles de formación requieren una reflexión profunda y un plan de acción concreto para poder impactar favorablemente en la calidad de la atención de las personas.
Aun así, soy consciente del enorme esfuerzo, compromiso y dedicación con que todos los colegas de nuestro país y del mundo han enfrentado esta pandemia, buscando brindar un cuidado humanizado y de calidad a cada paciente y su familia. Pero las condiciones de trabajo, hoy en nuestro país, no promueven, muchas veces, este tipo de atención ni resultan atractivas para que más personas encuentren en la enfermería su ámbito de desarrollo profesional.
En definitiva, se trata de aprender de lo que hemos vivido. No podemos esperar una nueva pandemia para proponer soluciones al problema de la enfermería en la Argentina. Se requiere una mayor inversión para mejorar la educación, el desarrollo profesional, la investigación y las condiciones de trabajo. Solo así, mejoraremos el número y la calidad de los profesionales de enfermería de nuestro país; y podremos decir que aprendimos y que pudimos transformar esta crisis en una gran oportunidad.
Directora de la carrera de Licenciatura en Enfermería de la Universidad Austral