Preposiciones: unas veces, una; unas veces, otra
Comentábamos, en la columna pasada, que a los hispanohablantes no nos iba tan mal, teniendo en cuenta que tratamos de entendernos entre más de 500 millones. En "Una actriz que sabe brillar tras las rejas", la muy buena entrevista de Natalia Trzenko a la actriz Selenis Leyva, en la sección Espectáculos de este diario (http://bit.ly/1FRU0Ma), del 10/6, aparece este tema y en primer plano.
Leyva nació en Cuba y es hija de dominicana, pero ha desarrollado su carrera en los Estados Unidos y ahora se destaca en la serie de TV Orange is the New Black, en la que interpreta a Gloria, "la mandamás de un grupo que incluye a mujeres de origen mexicano, portorriqueño, cubano y varios otros países de América latina". Y a una declaración que hace Leyva apunta hoy el interés de Línea directa, cuando la actriz aclara que "los guionistas están atentos a nuestras sugerencias especialmente cuando se trata de cuestiones regionales. Alguna vez les he tenido que decir: «Gloria no diría esto porque es portorriqueña, y esa es una frase muy mexicana o muy dominicana»".
En fin, que a veces es más difícil ponerse de acuerdo entre los miembros de una misma familia que con extraños. Por ejemplo, Leyva usa portorriqueño y en el Diccionario de la RAE en la definición de esta palabra se remite a puertorriqueño, y para definir la RAE siempre remite a la que considera la más usada. Quien esto escribe hubiera dicho puertorriqueño.
No es de extrañar entonces que a veces un extranjerismo sea una palabra más comprensible para el vasto mundo hispanohablante que su traducción al español, todavía hoy, cuando ya nuestros hermanos mayores, los españoles de España, están aceptando que hay otro mundo de palabras y maneras de entender el idioma fuera de su país.
El léxico viene y va, hay palabras que desaparecen para siempre y otras que son rescatadas del olvido con nuevas acepciones. Pero ya en el terreno de las preposiciones, no debería ser tan fácil intercambiar una por otra, aunque está ocurriendo. Este fenómeno viene siendo advertido por Fundéu, que en sus habituales recomendaciones varias veces indica el uso correcto. Veamos dos ejemplos: competir, apunta, "suele llevar un complemento introducido por con, que sirve para expresar el rival: competir con alguien, en vez de competirle a alguien". Y nos recuerda que el Diccionario panhispánico de dudas aclara que competir "suele llevar un complemento introducido por con, y menos frecuentemente por contra, que expresa el rival" y que "aquello por lo que se compite se introduce con la preposición por".
El otro ejemplo se refiere a la expresión en comparación, que se construye seguida de la preposición con ("en comparación con") y no con de ni con a. Pese a ello, comenta Fundéu, en los medios (¡ay, los medios!) se encuentran frases como "La pelota bota muy alto en comparación a otros torneos del circuito" o "La empresa ha crecido muy rápido en comparación de negocios similares", cuando lo adecuado habría sido escribir "La pelota bota muy alto en comparación con otros torneos del circuito" y "La empresa ha crecido muy rápido en comparación con negocios similares".
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