Premio Nobel de Literatura: todas las obras de Kazuo Ishiguro, en castellano
Ocho títulos, entre cuentos y novelas, pueden conseguirse en las librerías locales, editadas por la española Anagrama
En esta oportunidad nadie podrá alegar que los libros del Premio Nobel de Literatura elegido por la Academia Sueca no se encuentran en librerías del país. Las obras de Kazuo Ishiguro (1954), japonés nacionalizado británico, están traducidas y publicadas por el sello español Anagrama. Vinculado generacionalmente con otros escritores en lengua inglesa como Ian McEwan, Julian Barnes y Martin Amis, Ishiguro posee sin embargo un plus respecto de sus colegas.
El autor explora en géneros en apariencia de segundo orden, como la utopía, la parábola fantástica o la ciencia ficción, para hacer circular una actualidad a la vez lánguida y vigorosa. Dos de las novelas del Nobel de Literatura 2017 fueron llevadas al cine. James Ivory filmó Los restos del día, aunque la vació de las resonancias antifascistas que Ishiguro le había impreso. Mark Romanek llevó al cine Nunca me abandones, una delicada ficción científica protagonizada por seres de repuesto para una humanidad sin alma.
Pálida luz en las colinas (1982)
Es la primera novela de Ishiguro, publicada en 1982, y es la que está más emparentada con la infancia japonesa del autor. Como él, la protagonista de la novela vive en un pueblo inglés en la década de 1980. La hija mayor de Etsuko se acaba de suicidar y la madre, durante el duelo, evoca un episodio de juventud vivido en Nagasaki en los años cincuenta con Sachiko, una misteriosa amiga que era madre de una niña. Ambas se recomponen del trauma de la bomba atómica arrojada por los estadounidenses. Sachiko perdió a su hijo durante el ataque pero ello no le impide confiar en que un militar de las fuerzas de ocupación la rescatará del desconcierto en que vive. La introspección de Etsuko crea un juego de espejos entre pasado y presente, entre ella y Sachiko, en un escenario, como anuncia el título de la novela, pálido y fantasmal. La narradora estadounidense Angela Carter calificó esta primera novela de Ishiguro, que mereció el premio Winifred Holtby, como una hermosa elegía.
Traducción de Ángel Luis Hernández Francés
Un artista del mundo flotante (1982)
La Segunda Guerra Mundial ha terminado y Japón comienza a recuperarse. De 1948 a 1950, el tiempo que media entre el comienzo de las negociaciones para casar a una hija y el matrimonio, Ono, un pintor anciano, recuerda su vida y reflexiona sobre su carrera artística. “No sé de ningún colega que pintara su autorretrato con absoluta honestidad”, medita Ono, mientras la pintura que traza de él y de su tiempo es una versión de interpretaciones contradictorias, una trama hecha de lucidez, de heroísmo y de traiciones. Los triunfos del pasado de Ono son ahora, como insinúan sus hijas (que esconden los cuadros del padre), motivo de vergüenza. Ono eligió abandonar las tradiciones pictóricas de sus maestros, los pintores del mundo flotante de los barrios de placer, y tomar distancia del Japón imperial. La segunda novela de Ishiguro, que se puede leer como una fábula sobre la práctica artística en momentos oscuros, recibió el premio Whitebread.
Traducción de Ángel Luis Hernández Francés
Los restos del día (1989)
Ambientada en la Inglaterra de la posguerra, la tercera novela del autor fue un éxito de crítica y de ventas. Stevens, el narrador, es un mayordomo que durante treinta años estuvo al servicio de Darlington Hall. Lord Darlington murió hace años, y la propiedad pertenece ahora a un norteamericano. El mayordomo, por primera vez en su vida, hará un viaje. Su nuevo patrón le ha prestado a Stevens un auto para que disfrute de las vacaciones. Stevens cruza Inglaterra rumbo a Weymouth, donde vive la señora Benn, antigua ama de llaves de Darlington Hall. Con dosis de información desplegadas en diálogos y pensamientos de los dos protagonistas, se crea una escena de claroscuros y de máscaras, a la vez que una realidad aciaga detrás de las frases de cortesía empieza a asomar. Stevens descubre que el respetado Lord Darlington fue un miembro de la clase dirigente inglesa que se dejó seducir por el fascismo y conspiró para conseguir una alianza entre Inglaterra y Alemania. La versión fílmica de Ivory, donde las cuestiones políticas quedan algo amortiguadas, consagró a Ishiguro como un autor de renombre internacional. La novela recibió el premio Booker.
Traducción de Ángel Luis Hernández Francés
Los inconsolables (1995)
Es la novela más experimental del escritor, emparentada con la literatura de Franz Kafka, Robert Musil y Heimito Von Doderer. Ryder, un pianista, llega a una ciudad de provincias en una región de Europa central. Sus habitantes aman la música y desconfían de los intérpretes que conocían hasta entonces. Ryder aparece como salvador y de inmediato lo obligan a comportarse como tal, luego de un concierto grandioso. Pero el pianista pronto advierte que allí esperan más de él, mientras los habitantes de aquella ciudad revelan culpas, antiguas heridas y crímenes. Los inconsolables (premio Cheltenham) es una obra enigmática, compuesta de pequeñas narraciones, y se asemeja a una sinfonía que la mano diestra de Ishiguro salva del ridículo. Cuando Lars von Trier estrenó Dogville, los lectores de Ishiguro recordaron de inmediato la historia de Los inconsolables.
Traducción de Jesús Zulaika
Cuando fuimos huérfanos (2000)
Una de las grandes novelas del autor, que narra la historia de un exitoso detective londinense, Christopher Banks, en los años treinta. Con los recursos de la novela de enigmas, Cuando fuimos huérfanos aborda un episodio de la infancia del protagonista, cuando vivía en Shanghái con su familia. Sus padres desaparecieron misteriosamente, secuestrados tal vez por la mafia china vinculada al tráfico de opio. Banks, que creció como un huérfano, tiene recuerdos vagos, y la ausencia de sus padres, de los que ni siquiera sabe con seguridad si viven o están muertos, lo abruma. Emprende entonces un viaje (que es también un escape de la Europa asediada por el fascismo) a esa ciudad, transformada en el escenario de una pesquisa angustiante.
Traducción de Jesús Zulaika
Nunca me abandones (2005)
Sin duda, la obra maestra de Ishiguro, que combina la ficción científica ambientada en un apacible pueblo rural de Inglaterra con una alegoría sobre la crueldad humana. En la novela, un grupo de adolescentes vive en comunidad en una institución vigilada por profesores o guardianes, durante los años 90. Allí reciben cuidados, entrenan, tienen relaciones de amistad y de sexo. Mientras, acatan una serie de prohibiciones en las que parece ocultarse una clave. Kathy K., la extraordinaria protagonista, irá descubriendo con ayuda de algunos otros seres como ella que todo en Hailsham es una fachada. Un secreto inmoral se esconde en ese mundo y los pupilos son conejillos de Indias de un experimento que no considera sus propias emociones. ¿Deberían tenerlas? Fascinante y luminosa aun en los momentos sombríos, Nunca me abandones es una ficción que interroga el poder, la ciencia y la legalidad de prácticas modernas.Para los que vieron el frío film de Mark Romanek sobre la novela, Kathy siempre tendrá el rostro de Carey Mulligan .
Traducción de Jesús Zulaika
El gigante enterrado (2015)
La novela más reciente del autor parece desafiar las sagas de fantasía que pululan en el mercado editorial actual. Ishiguro se remonta a un pasado remoto para construir una ficción donde la memoria adquiere un valor inusitado. En la bruma habitan ogros, y británicos y sajones conviven en unas tierras desoladas. En una de las aldeas, una pareja de ancianos –Axl y Beatrice– toma la decisión de partir en busca de su hijo. Éste se marchó hace mucho tiempo, aunque las circunstancias concretas de esa partida no son precisas, porque ellos, como el resto de los habitantes, han perdido buena parte de la memoria. Al combinar la fábula medieval con la épica ecológica, el autor construye una narración que indaga en los fantasmas del pasado, en el odio, la sangre y la traición como los pilares donde se erige toda patria. Es también una hermosa historia de amor entre dos ancianos. “Consigue lo que consiguen los grandes libros: permanece en la cabeza mucho después de haberlo leído, negándose a ser olvidado, forzándonos a volver a él una y otra vez”, escribió Neil Gaiman.
Traducción de Mauricio Bach
Nocturnos. Cinco historias de música y crepúsculo (2009)
En todas las ficciones de Ishiguro la música cumple un papel, pero en ninguna un rol tan central como en el caso de los cinco relatos de su único libro de cuentos hasta el momento. Como en un concierto, los personajes (todos ellos músicos o amantes de la música) armonizan sus tragedias personales con el sonido de la época. Canciones de jazz, sonatas, comedias musicales y óperas marcan el ritmo de las historias, siempre narradas con la distancia que impone el desarraigo tanto temporal como geográfico. “Los jóvenes de hoy suelen oír toda clase de música –reflexiona el narrador de uno de los cuento de Nocturnos-. Mi sobrino, que empieza la universidad este otoño, está en la fase del tango argentino. También le gustan Edith Piaf y una serie de bandas indie de última hora. Pero en nuestra época los gustos no eran tan dispares.”
Traducción de Antonio Prometeo-Moya