¿Por qué no podés ahorrar?
Hice la pregunta en mis redes sociales y las justificaciones que obtuve fueron distintas, pero basadas en premisas erróneas. Hablo de respuestas del tipo "porque en este país no se puede ahorrar", "porque no tiene sentido si todo aumenta", "porque gano poco", "porque tengo deudas", "porque con el dólar en estos valores no tiene sentido ahorrar" o "porque ahora estoy con muchos gastos".
Se trata, en rigor, de excusas que ocultan la razón principal por la cual no se logra generar un excedente entre ingresos y gastos. Pero antes de develar este punto, debemos conocer las diferencias entre los tipos de ahorro a los que podemos aspirar.
Tipos de ahorro posibles
Así como podemos contar con distintos tipos de ingreso, también existen distintos tipos de ahorro:
1) Ahorro para emergencias: el monto equivale a 6 meses de ingresos actuales y debe ser colocado en algún tipo de inversión de muy bajo riesgo y fácil acceso o que permanezca en una moneda dura como el dólar. A esta altura y gracias al desarrollo de las fintech, el ahorro en dólares no tiene por qué ser físico sino que puede ser sintético. En este link, comparto más información sobre este tipo de ahorro.
2) Ahorro para seguridad: el monto equivale a más de un año y medio de ingresos. Alcanzarlo nos permite pararnos en un lugar distinto en la vida y tomar decisiones más importantes en lo que refiere a nuestro futuro laboral, puesto que disponemos de un colchón que nos brinda mayor flexibilidad y nos permite, en situaciones de crisis económica generalizada como la actual, aprovechar las oportunidades de inversión que aparecen.
3) Ahorro para consumo: el objetivo puede consistir en mejorar nuestra calidad de vida comprando ropa, tecnología, viajes, etc. El ahorro se convierte en paso necesario para adquirir lo que deseamos o creemos desear. El ciclo finaliza con la compra del bien o la contratación del servicio, por lo que luego habrá que volver a ahorrar con el mismo propósito.
4) Ahorro para inversión o emprendimiento: nos permite generar ingresos pasivos, que son esencialmente liberadores de tiempo, puesto que nos habilitan a trabajar menos. El ahorro se utiliza para montar un negocio o comprar un activo real o financiero que genere ingresos. Lejos de agotarse, el ciclo se regenera constantemente: ahorro, luego invierto, más adelante la inversión genera ingresos que vuelco en parte al consumo y en parte al ahorro, que nuevamente se invierte y así sucesivamente.
Entonces, ¿por qué no podés ahorrar?
Ahora que discriminamos los distintos tipos de ahorro, podemos revisar las excusas de los usuarios que consideran innecesario, inconveniente o imposible ahorrar.
"Porque en este país no se puede ahorrar": tenemos una de las monedas más devaluadas del mundo y ahorrar en pesos por ahora resulta muy riesgoso. Esto no quiere decir que no se pueda ahorrar en la Argentina con dólares sintéticos (no tienen cepo), acciones, bonos, bitcoins (más de 200% de ganancia en pesos en lo que va del año) y otros activos financieros. Como en otros aspectos de la vida, nuestro país nos obliga a un curso acelerado en finanzas personales para no sucumbir a su volatilidad. Esos conocimientos nos pueden permitir aprovechar las oportunidades de corto y mediano plazo que aparecen más por estos lares que por otros.
"Porque no tiene sentido si todo aumenta": es verdad que todo sube gracias a una inflación que no da tregua, pero al compás de ese aumento generalizado de precios crece también el valor de las inversiones donde colocamos nuestros ahorros. Quienes guardaron dólares saben bien que en este último tiempo no solo aumentaron sus ahorros, sino que superaron cómodamente a la inflación. Lo mismo ocurrió con los bitcoins, el oro, los cedears y las acciones de alguna que otra empresa con perfil exportador.
"Porque gano poco": ahorrar no solo es una cuestión de hábitos. Es, además, una solución al problema de los bajos ingresos. Como vimos antes, si ahorramos para invertir o emprender, el ciclo se recicla constantemente y nuestros ingresos dejarán de ser escasos. Por supuesto que no es un proceso mágico ni veremos resultados de un día para otro, pero sí podemos afirmar que, siguiendo esa senda, los problemas se resolverán en el largo plazo: se irá generando un excedente y los ingresos aumentarán paulatinamente.
"Porque tengo deuda, porque ahora estoy con muchos gastos": siempre encontraremos excusas para aplazar el momento del ahorro. Si tenés deudas, entonces el primer paso para poder ahorrar es cancelarlas. En este link te dejo algunos consejos.
Si estás con muchos gastos, debés atacar cuanto antes el problema de los gastos innecesarios y el derroche. En esta columna te digo por dónde empezar.
Conclusión
Mi opinión es que la mayoría de la gente no ahorra porque no encuentra los estímulos para hacerlo. O en el mejor de los casos ahorra para consumir o ahorra por seguridad, pero esas instancias se agotan rápidamente o cada tanto y nos vuelven a depositar en el punto de partida.
Si querés comenzar a ahorrar con todas las letras, lo primero que debés hacer es aprender a invertir. Si tu pregunta es qué sentido tiene aprender a invertir si no tenés dinero para hacerlo o estás tapado por las deudas con tu tarjeta de crédito, te cuento que, cuando aprendas a invertir, estarás tentado a ahorrar y la motivación te llevará a hacerlo. Sucederá así porque verás el horizonte al que querrás llegar, al menos a la primera base de ese horizonte. Nunca olvides que ahorramos para invertir e invertimos para generar nuevos ingresos que nos permitan trabajar menos y disfrutar más.