Por qué no crece la Argentina
Los trabajos del premio Nobel de Economía 2018, Paul Romer, explican la razón principal de nuestro bajo crecimiento económico. Su vocación por la economía surgió al observar un gráfico con la evolución del crecimiento: entre 1300 y 1819, el PBI mundial creció a un promedio anual de 0,21%; entre 1820 y 1949, el auge industrial llevó el promedio a 1,10%, y después de la Segunda Guerra Mundial, se superó el 2%. Para 2018, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos lo estima en 3,7%. Romer quiso conocer la causa de tan alto crecimiento en tan corto plazo. En sus estudios concluyó que la razón principal fue la innovación tecnológica, la economía del conocimiento que invierte en I+D (investigación y desarrollo), en creatividad científica que la industria desarrolla para lograr y exportar alto valor agregado. El conocimiento es fuente de crecimiento y Romer lamenta que en muchos países los economistas no presten atención a ello. Es el caso de la Argentina. Veamos.
Asia es la región que más invierte en I+D (43,6% del total mundial); le siguen EE.UU.-Canadá (26,7%) y Europa (23,3%); América Latina-Caribe (ALC), con 3,1%, y África, 2,2%, son los continentes más pobres. Los países que invierten menos del 1% de sus PBI en I+D tienen economías débiles; los más desarrollados se acercan al 3% y hasta superan el 4%. La media de ALC es 0,67%; la Argentina está por debajo: 0,53%; Brasil encabeza el ranking (1,27%) e invierte el 60% del total de la región; México, el 17%, y la Argentina, solo el 7%. Para crecer, es necesaria la inversión empresaria. En países desarrollados, la industria aporta del 50 al 75% de la I+D y en la Argentina solo el 18,2%, debajo de la media de ALC (34,8%). La fuente de estos datos es la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (Ricyt).
El Banco Mundial criticó "la muy baja inversión de empresas argentinas en I+D, su escasa cultura innovadora". La Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas mostró que en 47 años (1970-2017) nuestro PBI industrial creció 69%, mientras que el PBI total aumentó 154%, por lo que concluye que la industria tuvo un pobre desempeño. Hace medio siglo nuestras exportaciones eran el 0,81% del PBI mundial; hoy, son el 0,32%. Bajaron de US$83.000 millones (2011) a US$58.000 millones (2017). Exportamos bajo valor agregado e importamos tecnologías de alto valor. Con más de 850.000 empresas, solo 4600 exportan y solo 12 venden más de US$1000 millones al año. La Argentina exporta el 15% de lo que exporta México, el 26% de lo de Brasil y 16% menos que Chile.
Los "tigres asiáticos" -Corea del Sur, Hong Kong, Singapur, Taiwán-, movilizados por Japón -que llegó a ser segunda economía mundial-, aplicaron la economía del conocimiento y lograron crecimientos de sus PBI (1960-2017), según el país, de 2675 a 5600% (promedio anual: 6,1 a 7,43%). Nuestro PBI creció en ese período 298% (promedio anual: 2,61%). La Argentina es el único país de Iberoamérica con tres premios Nobel en ciencias (Houssay, Leloir, Milstein), pero no protege el conocimiento de sus científicos. Profesores de la Universidad Nacional de Quilmes publicaron en Journal of Technology Management & Innovation una alarmante investigación. Constataron que 14 científicos calificados en biomedicina publicaron en papers conocimientos innovadores no protegidos por la universidad, por lo que varios de ellos fueron patentados por laboratorios multinacionales, grandes universidades e inversores privados. El hecho fue llamado "transferencia ciega de conocimiento", pues no fue percibido por la universidad, e "inteligencia regalada", pues el Estado financió esas investigaciones sin patentarlas. Concluyeron que si esto ocurrió en una universidad que no es de las mayores, qué ocurriría en las demás.
Para saberlo, ampliaron la investigación con 254 científicos que competían por financiamiento del Ministerio de Ciencia. Comprobaron que conocimientos innovadores de 94 de ellos fueron apropiados con 341 patentes solicitadas por EE.UU. (casi un 50%), Gran Bretaña, China, Alemania, Francia y Canadá (más del 30%) y otros países. La mayoría de las patentes eran en ciencias médicas y biológicas. donde nos destacamos. Los Nobel argentinos provienen de estas ciencias y sus logros fueron también apropiados por otros países. En el Índice de Propiedad Intelectual, la Argentina ocupa el puesto 46 sobre 50 países. Solicitamos unas 500 patentes/año; Brasil, más de 8000, y EE.UU., cerca de 300.000. El Índice Global de Innovación 2018 midió 130 países. Lo encabezan Suiza, Suecia, Holanda, EE.UU. y Gran Bretaña. Nuestra región es preocupante: Chile ocupa el puesto 47; México, el 56; Brasil, el 64, y Argentina, el 80. Nuestros economistas deberían prestar atención a todo esto.
Director ejecutivo de la Fundación Sales