¿Por qué está mudo Schiaretti?
Los políticos miran a Juan Schiaretti, los de afuera y los de adentro. En el "banderazo", sus diputados fueron incitados por la sociedad cordobesa a frenar el atropellamiento de la reforma de la justicia y Corte Suprema. Ya su electorado tuvo que aceptar que sus representantes se vieran obligados a votar la moratoria que favoreció a Cristóbal López, por un canje, el porcentaje de subsidios IFE. El gobernador cordobés tiene un dilema de difícil resolución, y conoce a la perfección a sus votantes porque vive supervisando encuestas.
Atrás quedó la fórmula de sucesión y engranaje que compuso la dupla De la Sota-Schiaretti, ejemplo de cómo actúa el peronismo en el poder y los feudos que instala. Ahora militantes de ambos lados detrás de Schiaretti son producto de un pacto respetuoso de complicidades y silencios. El Gringo, así le dicen al gobernador, cursa el tercer mandato. Contador, ex-militante de la izquierda peronista, protagonista del Cordobazo, un hacedor nato cuyas obras públicas transformaron a la provincia. De la Sota, un líder con relato propio, que en 1998 deslumbró al pueblo cordobés y arrebató la provincia a los radicales, dueños históricos de los votos. Revitalizó un peronismo inexistente cumpliendo la promesa de campaña de rebajar el 30 % a todos los impuestos. Esta medida, entre otras, y junto al 82 % móvil del salario de los activos, que pagaba el sistema provisional por decisión judicial, provocaron el agujero negro en la economía provincial. Después, su sucesor aplicó recientemente algunas reformas y fuertes recortes. Hoy paga el 67%, decisión que pegó fuerte en la sensibilidad cordobesa.
"La identidad del interior no es ideológica. Se huele, se siente, no se piensa. Pertenecemos a una familia porque nacimos en ella" define el politólogo Andrés Malamud. Córdoba es naturalmente la capital del interior, por su idiosincracia y poder adquisitivo. La Docta, llamada así por su Universidad prestigiosa que instruyó al centro y norte del país. Pero en ella, el único peronismo posible es el conservador. Por eso el Gallego De la Sota, sin mencionar la palabra peronismo ni justicialismo, ganó con Unión por Córdoba y Schiaretti inventó Hacemos Córdoba.
El gobernador, la estrella fugaz de una tercera fuerza, hoy se arrodilla rogando recursos para cumplir con una deuda en dólares que su gran benefactor, Mauricio Macri, le permitió contraer. El reparto de fondos ubica a Córdoba casi en el último lugar como beneficiaria de la Nación en relación a sus habitantes. Sólo Santa Fe y Mendoza son aún más perjudicadas. Los datos de la Fundación Mediterránea revelan como Axel Kiciloff recibió más que el doble de Schiaretti, y Alicia Kirchner triplica la ayuda que recibe la provincia cordobesa.
Un caso,el transporte en la provincia. Además de ser antiguo, el urbano sufrió dos paros que sumaron 40 días. Su nuevo intendente, Martin Llaryora salió a protestar aludiendo a los subsidios que recibe la provincia de Buenos Aires, recibiendo grandes represalias del gobierno nacional. Cauto, Schiaretti no dijo ni mu, a pesar de que el transporte interurbano provincial transitó un conflicto de más de tres meses.
Alberto vive en Puerto Madero, Kiciloff fue diputado porteño y Schiaretti está "en el pozo", donde está ubicada la ciudad de Córdoba
Es que la provincia no sólo tiene Buenos Aires sino asfixiantes aires, y junto con la capital comanda el timón y no hay Córdoba, ni Santa Fe ni Mendoza que alcancen para limitar su poder. La leyenda e historia indican que no se salta de la provincia al sillón de Rivadavia, los bonaerenses no ponen presidentes pero sí los sacan. Nadie pudo con ella, a pesar que de los últimos cinco gobernadores, cuatro hayan sido elegidos con la venia del presidente de turno. El AMBA comanda, el resto del país es rehén y obedece. Alberto vive en Puerto Madero, Kiciloff fue diputado porteño y Schiaretti está "en el pozo", donde está ubicada la ciudad de Córdoba.
Mudo, ¿por qué no habla Schiaretti?. Quizás pesa la culpa de haberle dado la victoria a Macri en el 2015, un millón de votos de diferencia provocó la pérdida de Scioli. Hasta ese momento nunca una provincia había definido una final de "Boca y River". Cuentan que en plena campaña del 2015, llegó Pepe Scioli acompañado por el vicecomodoro Barbero (el que se tiró del helicóptero para rescatar a Scioli de la lancha en su accidente náutico) con un bolso con fondos destinados a los fiscales para incentivar el voto a Scioli. Finalmente nunca recibieron un peso. Quién recibió ese dinero? Aseguran que fue Alejandra Vigo, esposa de Schiaretti y hoy diputada, amiga de Karina Rabolini, que con su marido simularon estar con Scioli, pero junto a De la Sota, ordenaron votar por Macri.
El silencio del Gringo, apaga una llama, Córdoba, que puede cambiar la historia. Arcor, la fábrica de tractores, la industria automotriz, los cabritos, la doma, la cumbia y el cuarteto, el humor chispeante, todo eso y mucho más es la provincia. El Presidente no olvida los desplantes del gobernador en la campaña. Ni recuerda que pocos días antes de la elección presidencial, en el Foro de Ciudades en Rosario, marcó la necesidad de diseñar otro país con una mirada federal. "Nadie nace solidario ni democrático, esto se logra con educación e incentivos", remarcó. Lamentablemente no es el más federal de los presidentes. La alianza con los gobernadores ni asoma, sólo se coordinó tareas preventivas por el Covid-19, pero el país enfrenta un virus aún más severo, la crisis social y económica. Para crecer, aseguran los expertos, hay que romper la dictadura del caudal electoral de los bonaerenses y los porteños, redistribuir la población con incentivos y regionalizar el territorio. "Un país atrofiado con una cabeza gigante y un cuerpo raquítico", como lo definió Ezequiel Martinez Estrada. Córdoba, sufre de parálisis y Schiaretti se resigna en las sombras.
El gringo, al igual que Alberto en Olivos, está recluido con sus íntimos en la Casa Espejada, vivienda oficial, en el centro cívico. La situación económica no da para hacerse el compadrito, "el gobernador sólo responde a preguntas sobre el virus" repite una y otra vez Marcos Bovo. Como si esa fuera la verdadera pandemia. Comunicar no es su fuerte, dicen los íntimos. Sólo responde lo que piensa su gurú, el experto comunicacional Roberto Sposetti, un Marcos Peña cordobés, quien logró arrebatarle los 20.000 votos a Luis Juez. Este personaje formó un sólido vínculo con los medios de la provincia, casi como estar en familia. Intimidad más 300 millones de pesos anuales en publicidad, hicieron el resto.
Pero el gobernador no habla ni con esos medios, una mordaza que le dio buenos réditos. Y también a sus legisladores, que tampoco hablan. El año pasado, la alternativa federal falleció y el radicalismo selló su fracaso con la competencia Mestre versus Negri. Schiaretti sacó un as de la manga, el recurso de la boleta corta, invitando a votar la lista, pero con libertad para elegir presidente. Imposible romper su alianza histórica y vínculo personal con Macri desde su exilio en los años 70, ejerciendo la vicepresidencia de Sevel en Brasil designado por Franco Macri. Después como Secretario de Industria de Menem, facilitó el olvido y perdón del contrabando de autos de la misma empresa y su paso por Santiago del Estero como interventor, le salpicó algunos puntos oscuros.
Imposible romper su alianza histórica y vínculo personal con Macri desde su exilio en los años 70
Finalmente llegamos a las PASO donde Córdoba rechazó a Alberto -junto a Entre Rios y Santa Fe- porque es una sociedad conservadora que transpira en verano y almacena soja en silos que aún nadie se atreve a tocar. Es un pueblo bravo donde dueños de campo manejan cosechadoras y los empleados se mezclan con sus empleadores.
En Córdoba, la Justicia no es protagonista. Durante veinte años, ninguna denuncia fue investigada por el fuero anticorrupción. Un hecho sorpresivo que desnuda un sistema político protector de obras y negocios. De la Sota, declaró como única propiedad, el panteón donde esta enterrado su padre en el cementerio San Jerónimo. Y el patrimonio declarado por Schiaretti es la mitad de una propiedad y algunos vehículos. Con acuerdo del radicalismo, fue nombrado vocal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) Luis Angulo, un gran amigo del gobernado, exministro de Justici, un reconocido abogado laboralista y militante de izquierda.
Alberto, el Presidente, le hizo la cruz a Schiaretti, por eso el gobernador no abre la boca. El escudo es su condición física; hipertensión, diabetes y algún problema cardíaco. Pero a su silencio, razones no le faltan. Macri le facilitó créditos del exterior por 2700 millones de dólares para obra pública que debe honrar para no caer en default. El costo inmenso de una planta de personal que De la Sota duplicó. Y el déficit presupuestario crece y aumenta su gran nación-dependencia.
El triunfo del kirchnerismo lo dejó muy huérfano a nivel nacional. Sus diputados se vieron obligados a votar la moratoria que favoreció a Cristóbal López, por un canje, el porcentaje de subsidios IFE. El gobernador cordobés tiene un dilema de difícil resolución. Su electorado estalló el día del banderazo exigiendo que sus diputados ni participen de la sesión para tratar la reforma judicial y modificar la Corte Suprema. Schiaretti conoce a la perfección a sus votantes porque vive supervisando las encuestas. Preocupado por perder gobernabilidad ya que no puede obtener un tercer mandato consecutivo. Imagina su futuro de hombre común, mientras analiza a sus posibles sucesores. El exvicegobernador, hoy intendente de Córdoba, Martín Llaryora; Manuel Calvo, actual vicegobernador, que sufre una acusación de corrupción; Martin Gil, exkirchnerista, intendente de Villa María, de licencia, hoy secretario de obras públicas de Fernández; y Eduardo Accastello, ahora ministro de industria…
Cuando se le ocurre aparecer en la escena nacional, vuelve arrepentido al terruño propio y seguro. Es rey en la aldea. Mejor asegurar el rol del emblemático hombre de obras públicas en los libros de historia de la provincia, que transitar caminos sinuosos y extranjeros. Como muestra basta el caso de Mario Negri que pisa fuerte a nivel nacional pero no logra captar la aprobación local. Córdoba se mira a sí misma y queda atrapada en la impotencia de los gobiernos nacionales.
No hay más que un solo escenario. Si el interior no existe, no sobrevive el AMBA. Y sin el AMBA, el interior fallece. Córdoba es una máquina de producir, pero no despega. Con Santa Fe, podrían iniciar el plan de vuelo. Sin el acuerdo de las partes, no hay salida posible. Sin federalismo, no hay República.
Periodista y socióloga