Políticas educativas: ¿están los adultos abiertos a escuchar a los chicos?
Actualmente en la Argentina, la agenda educativa atraviesa grandes desafíos: sólo el 54,1% de las y los adolescentes más vulnerables finaliza la escuela secundaria y, entre quienes están en el último año de escolarización, solo el 28,8% alcanza niveles satisfactorios o avanzados en matemáticas y un 61,7% en lengua. Casi un 30% de quienes interrumpen su escolaridad señalan que la escuela no les gusta.
La necesidad de generar y mejorar las políticas públicas orientadas a que más chicas y chicos accedan a la educación secundaria y aprendan los saberes fundamentales para el desarrollo de sus proyectos de vida es urgente. Para avanzar en este proceso, hay que ubicarlos en el centro del debate, para entender cuáles son sus inquietudes alrededor de la educación en el siglo XXI y qué herramientas consideran que serían más útiles para su presente y su futuro.
Unicef realiza este año, junto Unfpa (Fondo de Población de las Naciones Unidas) la segunda edición de Plan A, Encuentro Anual por las adolescencias. Una conversación pública, plural, federal e intergeneracional entre distintos actores de la sociedad, tomadores de decisión y jóvenes de entre 13 y 20 años, sobre la agenda de políticas públicas para su desarrollo.
¿Qué entienden las y los adolescentes por una educación de calidad? Se trata de una escuela que los incentive en disciplinas científicas, con presencia de educación cívica, financiera, emocional y de lenguajes como la programación y la robótica, según el documento que elaboraron más de 140 adolescentes y jóvenes de todo el país.
En segundo lugar, que cumpla en todas las escuelas la Ley de Centro de Estudiantes (26.877/13), que se las y los reconozca como sujetos de derecho, con recursos destinados tanto para el desarrollo de sus proyectos como para capacitaciones docentes en temas relevantes para ellas y ellos.
En tercer lugar, y reconociéndose como la generación más afectada por las consecuencias de la crisis climática, que se cumpla la implementación de la Ley de Educación Ambiental Integral (Ley 27.621/03).
Por otra parte, el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones entre los y las adolescentes representa una oportunidad para avanzar en generar espacios de participación. Para ellos y ellas, urge la necesidad de achicar la brecha tecnológica entre las regiones del país, garantizando las condiciones de acceso a internet y dispositivos tecnológicos en todas las escuelas.
Y, por último, con el objetivo de vivir en una sociedad que respete sus diversidades e identidades, que les garantice su auto reconocimiento en una etapa crucial de su vida y que les permita, sin importar dónde residan, el cuidado y prevención de embarazos no intencionales, ven necesario que se cumpla en todas las escuelas la Ley de Educación Sexual Integral (Ley 26.150/06).
De cara a las próximas elecciones nacionales, resulta prioritario escuchar a todos y todas ellas, y que el diseño de las políticas y programas que les afecten los tengan en el centro de la toma de decisiones. Participar y ser escuchados es su derecho. Construir un plan que asegure su desarrollo integral y equitativo es responsabilidad del Estado como su garante y de toda la sociedad.
Especialista en Educación de Unicef Argentina