Poesía a la luz de la vida y del análisis
Sobre El libro de los divanes, de Tamara Kamenszain
En El libro de los divanes, de Tamara Kamenszain (Buenos Aires, 1947), se pone en circulación una vez más la pregunta por el poema, por su pertinencia y el estatuto de su autonomía, e incluso por la condición misma de su existencia. ¿Para qué un poema? ¿El poema o la Obra? ¿El poema como continuidad de otros textos, discursos, variaciones de la experiencia que, como en este caso, refiere al espacio privado de una sesión de análisis? ¿El poema como contraseña de una generación literaria, si es que en verdad existen las generaciones literarias? ¿Tributo a los amigos, al círculo íntimo? ¿El poema como sucedáneo del diario íntimo o su revocación? ¿El poema, líquido de contraste de una radiografía del malentendido, asociación libre, vía de acceso a la metáfora para decir lo que la lengua literal no se atreve a nombrar? ¿El poema-confesión, ya no como condición de la lírica sino como reclamo de la época que, insaciable, pide a cada instante que el yo diga su palabra?
Al comienzo de El libro de los divanes esta cuestión se pone de manifiesto en la escena que recrea un ¿diálogo? en el consultorio de la analista de la poeta: "Cuando le digo que mi primer libro,/ De este lado del Mediterráneo,/ está por aparecer en la obra reunida/ y que eso me da vergüenza,/ ella como si hubiera escuchado mal me contesta/ que un mar separa la habitación de la hija/ de la habitación de la madre". Luego sigue el temor de la autora sobre ése, su primer libro, al que califica de "naíf, salvaje", libro que vendría a delatar, además, ¿la confesión –salvaje– de su vida hasta entonces? ¿Su impericia –naíf– de aprendiz? Habrá otra vuelta más, entre dudas y preguntas, hasta dar con el verso que alienta el sentido, la dirección que pretende darle al libro: "que siempre hay otra línea de lectura, siempre hay otra". ¿Para leer los avatares de una vida, la vergüenza, el trauma, en las hojas de un libro de poemas?
La novela de la poesía llamó Tamara Kamenszain a su poesía reunida (publicada en 2012 por Adriana Hidalgo), que incluyó una sección del mismo nombre –inédita entonces– donde el poema dividido en tres partes ofrecía una relectura crítica de su obra y dejaba, en los puntos suspensivos del verso final, el campo abierto a lo que vendría. Relectura y repaso de su vida, que se extienden en este libro a la luz de la sospecha que la poeta proyecta sobre la inestable categoría del yo (esa primera persona del singular, insignia y máscara, como lo dice en un poema: "por eso no opino por eso me escondo/ detrás de la primera persona"), y que a su vez es centro de gravedad en el proceso analítico. Inquisiciones sobre la biografía, apuntes sobre el origen y la vida familiar, tensión entre espacio público e íntimo, transposición de la teoría en la trama del poema, reflexión política son algunos de los temas presentes en la poesía de Kamenszain y que no faltan en El libro de los divanes, salvo que, en este caso, el lenguaje, adherido a tal punto a la superficie de las ideas y las cosas, se ha vuelto plano. Tanto que, por momentos es difícil distinguir, en el núcleo del poema, aquello que lo sostiene como tal de lo que podría ser un mero apunte. ¿O es que, como preconizó Pessoa en un verso, "el poeta es un fingidor"? Y, si es así, la voz que enuncia justamente la primera persona en este libro, ¿simula un conflicto que, con su teatralidad latente, deriva del proceso dramático expuesto en la escena estetizada del análisis?
El libro, finalmente, se desplaza del balbuceo inicial, efectuado en el diván, a ciertas definiciones acerca de la representación de lo real en el poema, la evocación de figuras del campo cultural que son de algún modo la otra familia de la poeta (los nombres de Arturo Carrera, Fogwill, Roberto Jacoby, Oscar Masotta aparecen en los versos), la mentada generación, para desembocar en una serie de reflexiones sobre el exterminio de los judíos por los nazis y los espacios museísticos de la memoria, petición a una identidad mayor que la incluye, reverso del mero yo individual.
EL LIBRO DE LOS DIVANES
Por Tamara Kamenszain
Adriana Hidalgo
72 páginas
$ 134