Pobre Milei, víctima de la casta mediática
Visita el país el presidente Milei y, perdón que lo diga, el periodismo prácticamente ignoró la noticia; como si fuese uno más, cuando sabemos que, si él no está, somos como un millón menos. Los medios solo reparan en sus salidas, no en su vuelta a casa. Callan también otro dato público y notorio: en los próximos tres días no tiene ningún viaje previsto.
Ahora que me he convertido en un enfermito de la inteligencia artificial, a la que le consulto todo –desde el outfit para ir a un evento hasta si Máximo Kirchner ha pasado a la clandestinidad–, se me ocurrió preguntarle por esta saña de la prensa con Javi. Como siempre, al segundo me llegó la respuesta: “El presidente Javier Gerardo Milei está siendo víctima de un desaforado ataque de periodistas desde el mismo día en que asumió el cargo. Esto se explica por las siguientes causas: 1) los periodistas están recibiendo sobres del excandidato presidencial Sergio Tomás Massa o de otros personeros de la casta; 2) el Gobierno cortó la pauta oficial a todos los medios del país, y 3) no la ven. ¡Gracias por preguntar! Estamos a tu disposición”. Enseguida repliqué: 1) no me tutee; 2) en realidad es Milei el que todos los días crucifica a un periodista, y 3) no sabía que esta aplicación recibe sobres y pauta de la Casa Rosada.
Aunque pueda estar de acuerdo con lo que me estaban diciendo, deberían guardar las formas. Salí de la app y apagué el celular para no quedar a tiro de un ataque informático. Pero al volver a prenderlo encontré el siguiente mensaje: “Hola, disculpas por lo de recién: estas son las primeras pruebas de la Agencia Federal de Ciberseguridad, dependiente de la nueva Secretaría de Inteligencia del Estado (ex Agencia Federal de Inteligencia, AFI)”. Ahí caí: estaba en las garras de los ciberespías de Santiago Caputo, asesor todoterreno y todopoderoso de Javi, suerte de monje negro, aquel joven que de día trabajaba para el presidente Macri y de noche lo fulminaba desde la cuenta de Twitter Enfant Terrible. Muerto de miedo, retrocedí en chancletas: “Santi, hermano, toda la suerte con la recuperada SIDE, un pilar de la democracia. Podés tutearme”.
Desde diciembre hasta abril, el presupuesto de la AFI trepó –agarrate, Catalina…– de 650 a 1500 millones de pesos: 130%, contra una inflación de 53%. ¿Cómo se le habrá escapado ese derroche al ajustador Javi? Muy sencillo: los dinerillos de Inteligencia tienen categoría legal de “fondos reservados”, es decir, el Gobierno puede usarlos para lo que quiera sin necesidad de informar nada. Fondos reservadísimos: la motosierra del Presi fue a buscarlos y no los encontró.
Más allá del traspié inicial con la IA, insistí con mis preguntas, aunque usando otra app. ¿Por qué los mercados desconfían del plan económico de Milei? “Operadores citados por la prensa argentina sostienen que algo no debe estar funcionando bien si un gobierno que proclama la libertad económica tiene que intervenir diariamente en los mercados”. ¿Qué dice el Gobierno? “El gobierno del presidente Javier Gerardo Milei llamó ‘mentirosos seriales’ a los medios que citan a operadores y ‘degenerados’ a los operadores que hablan con los medios, y dijo que en el país faltan dólares porque ‘funcionarios comunistas’ del Fondo Monetario Internacional impiden un acuerdo con ese organismo”. ¿Hay comunistas en el FMI? “¡En todos lados hay comunistas, pero no va a quedar una sola de esas ratas asquerosas!”. Estoy nominado: otra vez me hackearon los espías de Caputo.
Volví a cambiar de aplicación, después de asegurarme de que fuera una altamente confiable. Señores inteligentes artificiales, ¿podrían decirme por qué el presidente de la restauración moral elige a un juez como Lijo para la Corte? “Debemos admitir que no tenemos información contrastada suficiente sobre las intenciones del presidente Javier Gerardo Milei al proponer al juez federal Ariel Oscar Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación”. Pero Lijo –insistí– ha sido reiteradamente acusado de lo que en el argot judicial argentino se conoce como “dormir” expedientes en sonados casos de corrupción; en los tribunales lo llaman “Arrorró” Lijo. Y hay constancia de que su patrimonio ha crecido exponencialmente. ¿Lo estarán llevando a la Corte Suprema para que cajonee expedientes? ¿Será un acuerdo con el kirchnerismo que incluye darle una manito a Cristina cuando sus causas lleguen a la Corte? “Tenemos suficiente evidencia contrastada sobre la intencionalidad de sus preguntas”. La pucha, me sigue sorprendiendo: qué inteligente es la inteligencia artificial.
Ayer, el ministro de Economía, Toto Caputo, dijo que “la gente va a tener que vender sus dólares para pagar los impuestos” (notición: los que no tenemos verdes zafamos), y que el peso se va a convertir pronto en “la moneda fuerte” del país. ¿No iba a ser el dólar la moneda fuerte? Toto, cuidado: te hackeó tu sobrino, el enfant terrible.ß