Plan B para controlar la pandemia (el A no funcionó): los testeos caseros
Plan B para controlar la pandemia (el A no funcionó): testeos caseros
Todos sabemos que la esperanza no es una estrategia. Todos sabemos que no podremos vacunar a toda la población rápidamente. Todos sabemos que no podemos testear con la escala necesaria. Pero ¿qué es lo que no sabemos?
No sabemos que con testeos rápidos caseros para antígeno podemos detener esta pandemia en pocos meses. ¿Cómo? Hace solo un par de semanas -y luego de desperdiciar varios meses para lograrlo- la FDA aprobó un test casero de la compañía ABBOTT. Varias compañías reconocidas, entre ellas ROCHE, también fabrican este tipo de tests. La base de su funcionamiento es la detección de una proteína del virus que confirma su presencia y el momento en que el paciente está contagiando. Es decir, son positivos precisamente en el momento de mayor carga viral que es cuando el paciente está diseminando virus sea en estado sintomático o pre-sintomático.
Se debe recordar que la PCR detecta la presencia del material genético del virus y esto puede ser en período pre-sintomático, durante los síntomas y aún semanas o meses después de la enfermedad cuando el paciente ya no contagia. Es decir, que si bien la PCR es muy valiosa para detectar a las personas que están o han sido infectadas con el virus SARS-cov-2, no solo es positiva cuando el paciente está contagiando. De hecho, si un paciente se hace un hisopado por tener síntomas y el resultado llega tres días más tarde, es probable que cuando lo reciba ya no contagie o lo haga menos y se habrá perdido la oportunidad de prevención.
La PCR controla a la pandemia, como lo han mostrado muchos países, cuando se hace en la escala necesaria y los resultados se reciben dentro de las 24 horas. Como ejemplo, Dinamarca hace 200.000 testeos por día con una positividad de 0,4% para una población de 5 millones -en términos simples, esto significa que tienen controlada la pandemia-. En resumen, el testeo rápido de antígeno es positivo en la ventana de mayor carga viral precisamente cuando el paciente está contagiando.
Mucha gente ha mostrado ser resistente a que la obliguen a encerrarse, a usar máscara o a tener que testearse en un centro específico. Pero aún estas personas seguramente elegirán hacer un testeo en su propia casa para saber si pueden realizar sus actividades y ver a sus seres queridos sin poner en peligro a otros.
¿Por qué estos testeos no están disponibles?
Por las razones de siempre: lentitud de los entes reguladores para entender que esto no es un equipamiento de diagnóstico médico, sino simplemente una herramienta básica de diagnóstico casero con enorme valor para la Salud Pública. Por eso deben ser aprobados por la ANMAT ¡Ya mismo! Idealmente se deberían usar las marcas de las grandes compañías que los han desarrollado y no las copias que rápidamente realizan otros países no tan confiables. Y su venta se debe hacer en todas las farmacias sin necesidad de indicación médica ni participación del médico -u otro profesional de la salud-. También se oponen grupos que los consideran competencia para su actividad de estudios diagnósticos. Recordemos que el testeo de embarazo casero tuvo conflicto con los médicos que argumentaban no dejar en manos de las personas un diagnóstico tan importante. ¿Tenían razón?
Estos tests son de muy alta sensibilidad y especificidad, es decir, los falsos positivos y los falsos negativos son excepcionales. El costo es relativamente bajo como para que lo compren y distribuyan masivamente el Estado -a los sectores que no lo podrían comprar-, las empresas -a sus empleados-, y el segmento de la población general que lo puede comprar. Su uso es muy simple y el resultado se obtiene en 5 a 15 minutos.
Ahora imaginemos este escenario: una proporción significativa de la población (si el 50% lo hace podría ser suficiente) lo recibe por entrega con el correo y otros métodos de distribución masiva. Los que pueden afrontar el gasto lo compran en las farmacias. Y aquí viene la clave: todas las personas se testean dos veces por semana (por ejemplo, lunes y viernes). Mientras el resultado sea negativo esa persona sabrá que no contagia COVID-19. Si fuera positivo, puede usar otro testeo rápido de marca diferente que confirme o no el resultado. O puede hacer una PCR. La estrategia de testeo casero NO reemplaza a la vacunación, sino que es una alternativa que controlará la pandemia sin los costos de un encierro prolongado y permitiendo la progresión lenta de vacunación que parecería tendremos. Hacer el testeo rápido propuesto al llegar de un viaje o una única vez porque alguien sabe o sospecha que tuvo un contacto, no es efectivo para descartar la posibilidad de una infección que solo se confirmaría o descartaría con la realización secuencial de estos testeos.
El kit, en detalle
Porqué digo que es simple: el kit -describiré el de ABBOTT aprobado por FDA- incluye un hisopo que uno debe introducir primero en una narina (orificio de la nariz) suave, pero lo más profundo posible, y girarlo tres veces. Luego se introduce en la otra narina y se repite el procedimiento. Después de esto se abre un tubo donde se coloca el hisopo hasta que entra en contacto con la solución que está en el fondo del tubo. Se gira el hisopo en el líquido y el tubo está preparado para poder usarlo como gotero y al apretarlo colocar cinco gotas de la solución que ahora tiene la muestra nasal del hisopo en un pequeño orificio en el equipo plástico que también es parte del kit donde después de cinco minutos se verá una sola marca -identificada con una “C”- si la muestra es negativa (sin virus) o mostrará dos marcas -marcadas con la “C” y una “T”- en los casos de muestras con virus. La compañía ha desarrollado otro kit para distribución masiva que es de uso aún más simple ahorrando alguno de los pasos descriptos.
Con un costo local aproximado de $1500 a $2000 por kit individual el argumento económico para no activar ahora mismo esta iniciativa sería cuestionable. Y si bien idealmente se debería distribuir y hacer en todo el país, se podría comenzar por la región del AMBA y las ciudades más afectadas por la pandemia. Aunque no directamente aplicable a la situación económica argentina, un estudio de la Universidad de Harvard, liderado por el economista James Stock, mostró que el retorno de inversión generaba una fenomenal ganancia comparado con el costo de la pandemia -sin tener en cuenta el valor intangible de poder asistir a restaurants, cine, shoppings y...abrazar a alguien querido-. El desafío económico y de logística no será simple, pero esta parece ser la única opción factible.
Creo necesario aclarar que no tengo relación económica ni de ningún otro tipo con ninguna compañía de las que hacen este tipo de testeos.
Las próximas semanas serán críticas. Se ha indicado un cierre que probablemente sea más estricto que todos los pasados. Esta medida aislada difícilmente tenga un efecto significativo y rápido. Alguien en la sociedad debe tomar el liderazgo para impulsar el uso de testeos caseros y así controlar la diseminación de la pandemia con un menor costo económico y, mucho más importante aún, de vidas.