“Pituquitos” y “boludos”
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Cuando todos dicen querer terminar con la “grieta”, surgen expresiones que solo alimentan nuevas fracturas, especialmente (o sobre todo) en la política. “Basta de que nos vengan a explicar qué hacer, o cómo hacer, los pituquitos de Recoleta”, espetó Martín Llaryora, flamante gobernador electo de la provincia de Córdoba, en el acto por el triunfo de su candidato a la intendencia de la capital provincial y en obvia referencia a la presencia en esa ciudad de los precandidatos a la presidencia por Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
“La política está plagada de boludos como este, que llegan ahí y creen que tienen que gritar estupideces o agredir para hacerse escuchar o respetar”, le contestó Luis “Toto” Caputo, exministro de Finanzas del gobierno de Mauricio Macri desde su cuenta de Twitter.
La grieta aquí no sería solo política sino jurisdiccional, según los que conocen el paño mediterráneo. “No aceptamos que los porteños nos digan qué hay que hacer en Córdoba”, le planteó Luis Juez a la mesa nacional de JxC el mes pasado. Llaryora, en el fondo, se quejaba de cuestiones que controla el gobierno nacional (peronista). En cualquier caso, ¿y si elevamos un poco el nivel del debate?