Peter Greenaway: "El cine es un arte todavía en estado embrionario"
El cineasta visitó Buenos Aires para recibir un título honorario, dictar conferencias y hacer gala de su capacidad para la polémica; se mostró entusiasmado por la posibilidad de rodar aquí una película sobre El Bosco y adaptar un cuento inédito de Borges
Es uno de los realizadores más reconocidos, aunque también famoso por sus posturas polémicas. En la Argentina de los años 80 sus películas generaron grandes pasiones y profundas divisiones cinéfilas con detractores y admiradores por igual, pero por razones de distribución y cierto acostumbramiento a lo visceral de su cine, su presencia en nuestras pantallas se fue espaciando en el tiempo. Pero Peter Greenaway jamás se detuvo: "Tengo dos proyectos para hacer en la Argentina, uno sobre El Bosco, porque tienen los sitios adecuados, y otro sobre un cuento inédito de Borges, así que quiero volver", dice. Su visita a nuestro país se enmarca en la distinción con el título Honoris Causa de la Universidad Nacional de San Martín y la invitación de esa casa de estudios para un ciclo de conferencias que tuvo el título -polémico como no podía ser de otro modo- El cine ha muerto, larga vida al cine. "Estoy en la búsqueda de un cine que sea presente, en varias pantallas y no narrativo. Pero son tres obstáculos difíciles de sortear, la gente necesita ser reeducada para poder apreciarlo", confirma a LA NACION el veterano artista. Hasta hoy, una retrospectiva con varias de sus películas puede verse para admirar o confrontar el singular modo de comprender el mundo de la imagen de un director de cine formado en las artes plásticas.
-En líneas generales, muchos teóricos de las artes plásticas consideran que no puede establecerse una teoría del cine ¿Está de acuerdo con esta idea?
-El cine es demasiado joven: sólo ha existido alrededor de 120 años. En un momento de melancolía le diría que es un arte todavía en estado embrionario. Quizás recuerden que André Bazin dijo que el cine era una conexión entre la literatura y, si tiene suerte, algunas otras artes. No creo que haya habido cine en los últimos años, sólo lo hubo basado en textos y eso es triste. Hace poco hice Eisenstein en Guanajuato, una película sobre Sergei Eisenstein, pero creo que el cine ha sido muy poco innovador. Por ejemplo Martin Scorsese tiene un vocabulario muy sencillo y superficial. Es cierto que existen las llamadas "autoridades del cine", pero en efecto una teoría del cine creo que aún no ha llegado.
-Sin embargo, en los congresos sobre cine y en momentos de reflexión teórica sus realizaciones son siempre materia de estudio?
-Creo que hay muy pocos creadores en el cine. A la gente en realidad sólo le interesa ganar dinero, a los directores del cine norteamericano sobre todo. Hay muy poco cine que yo llamaría así y creo que tiene que ver con que no ha habido tiempo para crear un consenso crítico sobre el cine. Pero no creo que valga la pena ocuparse sobre eso ya, porque el cine ha muerto.
-¿Definitivamente?
-Digámoslo así: "el cine ha muerto, que viva el cine", tenemos que reinventarlo. El cambio del paradigma del celuloide fue enorme y no sé si la gente se da cuenta de eso. Se nos ha puesto a disposición tecnología increíble y nos llevará un tiempo entenderla. El ser humano es cauto y está usando la nueva tecnología sesgado por la vieja tecnología. La idea de ver cine con otros, ante la gran pantalla, está cambiando. La revista Variety hizo una encuesta que dice que sólo el 5% de la población mundial ve cine en el cine. O sea que el otro 95% aprecia la experiencia cinematográfica a través de smartphones o por TV, y encima solos, ya no en compañía de otros.
-¿Cree que el espectador de cine no comprende lo que significa ver una película?
-Creo que no entienden lo que las películas son, podrían ser o deberían ser. John Cage dijo que si introduces más del 20% de novedad en cualquier obra de arte pierdes al 80% de la audiencia. También sugirió que la gente tarda unos quince años en adaptarse a lo no figurativo. Para mí es un tanto optimista.
-¿Es posible un arte de mayorías para mayorías, como se sostiene hoy?
-Los franceses han dicho durante décadas que el autor ha muerto. Probablemente los últimos grandes autores han sido Picasso, Le Corbusier y Stravinsky. Quizás hemos entrado en la noción posautoría y del ser humano como artista, entonces no necesitamos a los artistas, porque todos lo somos. Los aparatos contribuyen a las redes sociales para la comunicación mundana. Y otra cosa que quizás se relacione con la política en los últimos cien años es que el arte es elitista, no es igualitario. Mucha gente, quizás vos también, es visualmente analfabeta porque no tiene tiempo para dedicarse a nociones de la imagen, sobre todo si lo comparamos con nuestra sofisticación para manejar textos. Repito, todo cine es narrativo, pero tenemos un cine basado en los textos, no en las imágenes. Para mí eso es trágico. ¿Por qué no podemos inventar un sistema que se comunique a través de la imagen y no del texto?
-No deja de ser singular de que rescate la figura de Eisenstein teniendo en cuenta que él es uno de los padres del montaje y usted en La tempestad trabajó una idea de picture in picture que no se correspondía con una necesidad de montaje tradicional.
-Es la maldición de la narrativa: realmente no existe la idea de un marco en el mundo. Todos tenemos cabezas que giran y nuestros ojos solo paran de moverse cuando estamos muertos. Por eso, la idea de congelar el mundo en un solo marco es una noción bastante absurda. De la misma manera que no hay un marco tampoco hay una narrativa en el mundo real, son construcciones. Deberíamos considerar a estas nociones como parte de la evolución de la historia del cine. Hice una versión de La divina comedia de Dante para la televisión británica y en estos casos necesariamente hay narrativas.
-Eisenstein en Guanajuato pareciera una excepción en su cine.
-He pensado que los directores que hacen películas sobre dirigir cine son muy incestuosos, es como coger a tu madre, y rechacé eso. Me dediqué a hacer films sobre pintores como Rembrandt y después dije: "Bueno, vamos a coger a mi madre", y comencé a pensar en mi admiración sobre este hombre. Pienso que hay algo extraordinario: no le permitieron montar sus películas en México, así que como tributo decidí hacer un film altamente editado. En Rusia es ridículo pensar a Eisenstein simplemente como un propagandista, pero encarna este problema entre arte y propaganda porque todo gran arte es en efecto propaganda.
-Como suele pasar con sus películas, uno no sabe si las comprendió bien
-Bueno, eso mismo puedes decir de E.T. el extraterrestre.
-¿Está seguro?
-¿Cuántas personas se dan cuenta de que es la historia de Cristo y de la resurrección? Todo está ahí. No sé si Spielberg se dio cuenta de ello.
-Cuando estrenó El vientre de un arquitecto, entre otras ideas manifestó su fascinación por la arquitectura por ser la menos efímera de las artes.
-Vitruvio dijo que la mejor educación para cualquiera es convertirse en arquitecto, porque tienes que saber de materiales, de plata, de historia, de poder y de la posteridad. A menudo pienso que la mejor educación para un contemporáneo sería no ser arquitecto sino director de cine, porque hoy debe saber de todo.
-¿En un mundo aparentemente pornográfico, puede seguir considerándose al cuerpo un objeto de arte?
-En mis últimas ocho películas siempre acusé al protagonista de pornógrafo, incluso a Eisenstein y si has visto sus dibujos eróticos de algún modo lo fue. Recuerdo la frase que dice: "A menudo pienso que me gustaría ser el asiento de una bicicleta", y puedes imaginarte lo erótico que es el asiento de una bicicleta, y todo el contacto que tiene. El cuerpo sigue siendo esencial y es el estándar por el cual nos juzgamos todos.
UN CICLO PARA RECONOCERLO
Hoy es el último día para descubrir el ciclo que se desarrolla en el cine BAMA , con la proyección de La tempestad (a las 18) y Conspiración de mujeres (a las 22.40). En Av. Presidente Roque Sáenz Peña 1150.
GREENAWAY POR GREENAWAY:
EL CINE HA MUERTO: "Diría con cierta ironía que el cine murió el 31 de septiembre de 1983, cuando el zapping entró en los hogares, porque el cine devino en un rol activo en lugar de pasivo, con el televisor a cinco metros pero con el control remoto para poder cambiar de canal, y eso ha cambiado todo el panorama posterior".
DE LAS TIRANÍAS Y SHARON STONE: "Hay cuatro tiranías que están destruyendo al cine: del marco, del texto, del actor, y de la cámara. El cine no es un vehículo para Sharon Stone, pero no es culpa de ella sino de todos nosotros que no hemos sido educados para ello. La cámara es estúpida, porque nunca crea sino reproduce lo que le ponés enfrente, es un artículo mimético"
DE EUTANASIA Y MUERTE: "El potencial cinematográfico es tremendo pero apenas nos hemos adentrando en el universo de posibilidades. Dado que tengo 74 años y voy a cometer eutanasia a los 80 -vivo en Amsterdam y es fácil para mí hacerlo- no tengo mucho tiempo para seguir pensando en estas cosas".
DE BORGES Y OJOS SIN CARA: "Es un cuento inédito de Borges que conozco a través de María Kodama. Que quiero que sea una metáfora sobre la historia argentina. Borges fue una influencia absoluta para nuestra generación, como para la anterior fue Kafka y para la siguiente Milan Kundera".
EL BOSCO EN LA ARGENTINA: "Tienen las iglesias adecuadas y desiertos al borde del país. Hay muy pocas pinturas de Bosch en Flandes y era muy anticlerical aunque era muy cristiano. Es interesante, porque los que más lo apreciaban eran los españoles con Felipe V, que en esa época eran muy derechistas y conservadores, así que era gente conservadora que apreciaba lo revolucionario de Bosch. El guión esta listo pero tiene que ver con dos años fundamentales: 1492, cuando Colón llega a América, y 1517, cuando Lutero funda el protestantismo".