Panorámica. Nombres, memoria y ausencias que todavía duelen
Viena, Austria: se inauguró un memorial por los judíos austríacos asesinados durante la Segunda Guerra Mundial
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En la novela La dirección del ausente, la escritora y cineasta francesa Ruth Zylberman habla de la “radioactividad del mal”: la presencia de las huellas del Holocausto en el derrotero de la protagonista del libro, en su propia vida y en toda Europa.
Poco antes de escribir esta obra, Zylberman filmó el documental Les Héritiers (“Los herederos”). Allí entrevista a cuatro escritores –un estadounidense, un francés, dos alemanes– unidos por una particular condición: todos son nietos de personas que padecieron las persecuciones de la Segunda Guerra Mundial. Los nietos del desastre. La última generación que, de un modo u otro, escuchó testimonios de primera mano sobre la mayor tragedia de la historia moderna.
“Los supervivientes del Holocausto están muriendo”, dijo en la inauguración Hannah Lessing, secretaria general del Fondo Nacional Austríaco para las Víctimas del Nacionalsocialismo. Y es así: cuando se apagan las voces de los testigos directos llega el tiempo de los herederos. Un nuevo ciclo en el ejercicio de la memoria.
“¿Tengo derecho a imaginar lo que les pasó?”, se preguntan, cada uno a su manera y en su idioma. Al tanto de que a ellos no les tocó vivir en carne propia nada de aquel desastre. Al tanto, también, de la acción corrosiva de la “radioactividad del mal” y del mandato: continuar dando testimonio.
No sabemos qué está pensando el hombre que aparece de espaldas en esta foto, pero es probable que lo ronden algunas de las preguntas lanzadas por Zylberman.
Lo que esta persona observa son nombres. Los largos listados que suelen nutrir tanto memorial sobre los horrores del siglo XX.
En este caso se trata de un monumento inaugurado a principios de este mes en Viena, en recuerdo de los más de 64.000 judíos austríacos asesinados por el régimen nazi. En el parque Ostarrichi, en el centro de Viena, se levantaron 160 estelas conmemorativas. “Los supervivientes del Holocausto están muriendo”, dijo en la inauguración Hannah Lessing, secretaria general del Fondo Nacional Austríaco para las Víctimas del Nacionalsocialismo. Y es así: cuando se apagan las voces de los testigos directos llega el tiempo de los herederos. Un nuevo ciclo en el ejercicio de la memoria.