Pandemia, ley de aborto y cuidado de la vida
El jueves próximo se celebra el Día del Médico, en homenaje a Carlos Finlay, médico y científico cubano que descubrió que la fiebre amarilla era transmitida por un mosquito. Homenaje muy merecido, dado que ese significativo descubrimiento permitió salvar desde entonces millones de vidas.
La palabra médico significa "el que cuida", no necesariamente el que cura. No siempre podemos curar, pero siempre podemos cuidar. ¿Y, qué cuidamos? Nada más ni nada menos que la vida.
En este año de pandemia, en el que millones de personas se han visto afectadas por el Covid-19, y muchas de ellas han fallecido, el equipo de salud debe ser reconocido por haber ofrecido, y expuesto, su vida para cuidar la de sus pacientes. Esto ha sido tan evidente que no creo haya alguien que pueda ponerlo en duda.
Sin embargo, hoy, en la Argentina, se abre un nuevo capítulo sobre la problemática del aborto, proyecto de ley que propone poner fin a una vida humana para cuidar otra. Y se pide a los médicos, y al sistema de salud, que sean la parte profesional que ejecute precisamente esa finalización de la vida humana indefensa.
No se entiende cómo las políticas de salud que han puesto todo el esfuerzo para cuidar la vida frente al Covid-19, acto seguido propongan desechar otras vidas mediante la ley del aborto
La primera cuestión es preguntarnos si luego de la abrumadora evidencia científica sobre el inicio de la vida, alguien tiene alguna duda sobre si el embrión es o no vida humana. Si no es vida humana, ¿qué otra cosa es? Así razonamos los médicos, con evidencias.
No se entiende cómo las políticas de salud que han puesto todo el esfuerzo para cuidar la vida frente al Covid-19, acto seguido propongan desechar otras vidas mediante la ley del aborto. ¿Qué clase de política de salud es esa, que para cuidar una vida propone terminar con otra? Por un lado, nos piden que hagamos el esfuerzo de cuidar la vida en medio de una pandemia, y luego nos piden que seamos los ejecutores del fin de la vida humana indefensa.
Los médicos hemos jurado cuidar la vida. No se trata de argumentar sobre la validez de la fórmula del juramento hipocrático o cualquiera de las fórmulas posteriores adoptadas por los diferentes países. El juramento que realizamos es un compromiso extrínseco y necesario que formalizamos ante la sociedad; pero lo que más importa es el juramento intrínseco que nos hacemos a nosotros mismos, de cuidar la vida, toda vida, siempre.
Desde la menor dolencia hasta acompañar la inevitable muerte, siempre estamos al servicio de la vida. Porque desde el momento en que asumimos cuidar la vida, no trabajamos "de médicos", somos médicos. Y ese compromiso es para siempre.
Entonces, este 3 de diciembre, ¿qué estaremos celebrando en la Argentina? La ofrenda de miles de médicos que expusieron sus vidas para cuidar a sus pacientes frente a un virus o un proyecto de ley que busca eliminar vidas humanas indefensas. Definitivamente, la presentación del proyecto de ley de legalización del aborto opaca la celebración.
Doctor en Medicina, decano de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral