Otro kilómetro cero para Macri
Mauricio Macri habría logrado superar el escollo que hallaba en los sondeos. La inelasticidad de su figura le impedía perforar el techo de los 40 puntos de aceptación. Una de las firmas que trabaja para la oposición registró un cambio de tendencia favorable al expresidente esta semana. Federico Aurelio, de Aresco, lo observa en una posición estable desde abril en torno a ese valor que, sin embargo, lo coloca como un candidato competitivo dentro y fuera de Juntos.
Si bien tiene una imagen negativa muy alta, es inferior a la de Cristina y Alberto Fernández. Lo mismo ocurre con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta que, en ese orden, lideran a los dirigentes con mejor imagen positiva. La de Macri no está muy distante de la de ellos. Las especulaciones sobre los hipotéticos escenarios que se abrirían con este cuadro proyectan la sombra de sus conflictos sobre la coalición al día siguiente de la victoria obtenida en Marcos Juárez.
La derrota de Schiaretti en una localidad de 25 mil electores al sudeste de Córdoba complicó su plan de presentarse como alguien capaz de satisfacer la demanda de dirigentes de Juntos que piden ampliar esa alianza. Pero que blanden la amenaza de constituir otra si sus reclamos no son atendidos. Una posibilidad con la que vienen coqueteando algunos dirigentes radicales con diferencias entre sí. El titular de la UCR, Gerardo Morales, y el jefe de Evolución, Martín Lousteau.
A Morales lo animaría un interés contradictorio. Respalda la candidatura presidencial de Facundo Manes. Pero no descarta acompañar a Horacio Rodríguez Larreta si prospera el acuerdo para que la candidatura presidencial se dispute en una PASO entre fórmulas que combinen dirigentes de la UCR y el Pro. Un perjuicio para Manes. Igual que Morales y Lousteau, ilustres visitantes de Schiaretti hasta el traspié de Marcos Juárez. Al otro día, Manes se reunió en Chubut con Damián Biss. El intendente de Rawson se expresó dispuesto a respaldar la suspensión de las PASO que propone Mariano Arcioni. Biss es amigo personal del gobernador, titular de la UCR y candidato a ese cargo. Igual que Ignacio Torres (Pro), con el que Juntos se impuso en Chubut el año pasado. El estrecho vínculo entre Arcioni y Sergio Massa atrae el recuerdo suspicaz del que existe entre el ministro de Economía y el gobernador de Jujuy. Casi un triángulo idílico si se añade al jefe del gobierno porteño.
A la UCR le resulta extraña la demora de Morales en reaccionar al conflicto que anida desde hace tiempo en Chubut. Recién lo hizo el lunes. Criticó la posible suspensión de las PASO. Pero poniendo el acento en Macri, que lo había hecho antes. Le recomendó al expresidente que ordene al Pro de esa provincia que “es bastante violento con la UCR”. Torres venció en las PASO a Sergio Ongarato, intendente de Esquel y aliado de Bliss, elogiado por Manes: “es un gran político”.
En el Frente de Todos se solazan con una anécdota trivial que dimensionan como un acontecimiento relevante. La aparente reunión de Manes con Massa mientras presidió la Cámara de Diputados. Probablemente con la intención de hacerse eco del malestar en el bloque de la UCR con Manes por negarse a firmar el pedido de juicio político al Presidente. Un tema que reapareció inesperadamente en el asado que reunió la semana pasada en San Telmo a los legisladores del radicalismo.
Mario Negri le reprochó a Manes esa conducta ante la mirada perpleja de Morales. Le había cedido el micrófono a Negri tras felicitarlo por su discurso en la sesión de repudio al atentado contra Cristina. Manes se defendió. Recordó que es médico y que no le concedieron las 24 horas que pidió para examinar cuál debía ser su posición. Desde ese momento sus pares de bancada lo aluden con el socarrón apodo de “chamán”. La opinión que prevaleció entre los asistentes es que Negri criticó a Manes por no hacerlo con Morales. Sobre todo cuando criticó “la dispersión del partido, donde nadie sabe que está haciendo cada uno”. Negri mantiene en Córdoba una alianza con Luis Juez. No deja de ser curioso. Juez y Rodrigo De Loredo lo vencieron a él y a Ramón Mestre en las PASO del año pasado. El senador nacional precisa fortalecer su candidatura a gobernador. Negri y Mestre controlan al radicalismo. Particularmente su convención, que valida la política de alianzas. De Loredo quiere lo mismo que Juez, ser gobernador, pero lo perjudica el acercamiento de su jefe político, Lousteau, a Schiaretti. Y la buena relación que mantiene con Macri. Los maliciosos de siempre le atribuyen al economista una intención aparentemente aviesa similar a la de Morales. Criticar a Macri para, supuestamente, beneficiar a Rodríguez Larreta. No está del todo claro si una cosa equivale a la otra. Sobre todo si persigue un acuerdo con Macri que le permita evitar las PASO pese a rechazar que sean suspendidas.
Una posibilidad que asoma cada vez más lejana. Este lunes Patricia Bullrich presentó a Cristian Ritondo, Joaquín de la Torre y Néstor Grindetti como las nuevas incorporaciones de su espacio. Además de engrosar con ellos la lista de candidatos a gobernador junto a Javier Iguacel, sus presencias disparan algunas incógnitas. Una es el futuro electoral de María Eugenia Vidal sin Ritondo. El dirigente más importante que tenía en territorio bonaerense.
La otra es si el intendente de Lanús y el senador provincial podrán cubrir el déficit principal de Bullrich. La inserción de su candidatura en el conurbano. La región donde Santilli obtuvo la diferencia con la que definió a su favor las PASO con Facundo Manes. La provincia de Buenos Aires vuelve a estar en el centro de todas las especulaciones. Sin su concurso, cualquier estrategia oficial de suspender las PASO carece de sentido.
Además del jefe del radicalismo y del bloque Juntos en Diputados, Maxi Abad es uno de los soportes políticos de la candidatura de Manes. El gobernador ya había tentado al radicalismo con cubrir una de las tres vacantes libres en la Corte. El Pro se opuso. Dos intendentes de la UCR concurrieron a la misa por la paz que organizó el de Luján, Leonardo Boto: Martin Randazzo (General Lamadrid) y Franco Fleixas (General Viamonte).
La elección en Marcos Juárez sobrevuela estas experiencias. Sara Majorel se impuso por casi 20 puntos a Verónica Crescente. Aparente favorita en los sondeos hasta que rompió con el intendente Pedro Dellarossa por haberse inclinado por Sara Majorel como candidata a sucederlo. Hasta entonces, Crescente fue su secretaria de gobierno. Renunció para aliarse con Schiaretti. Majorel es la presidente del Concejo Deliberante.
Crescente le facilitó a Schiaretti desplazar al competidor original que había elegido para competir con Majorel. Eduardo Foresi, director del hospital en Marcos Juárez y dirigente ultra K. Una saga que probablemente haya incidido en el resultado final. Lo mismo que privilegiar el interés individual de una candidatura a otro mayor. Lo que privó a Schiaretti de su intención inicial si ganaba: aprovechar la denominación que Macri puso a Marcos Juárez. Kilómetro cero por ser el primer lugar donde venció Juntos en 2014.
La llegada al espacio de Bullrich de dirigentes del entorno de Macri, hace que algunos de ellos especulen con que no será candidato. Una contradicción con lo que venían sosteniendo. El expresidente no revelaría hasta el final si lo será para acumular poder y liderar su espacio: otro kilómetro cero.