Oleoducto para Vaca Muerta: irregularidades, falsas promesas y riesgos para la biodiversidad
Mañana se realizará una audiencia pública en Sierra Grande, Río Negro, con el objetivo de analizar los estudios de impacto ambiental para avanzar con la construcción de un oleoducto y terminal petrolera en el Golfo San Matías, presentado por YPF. Las autoridades provinciales pretenden que se imponga la aprobación del proyecto a costa de los daños ambientales y sociales que este podría generar.
Irregularidades y falta de transparencia
Las costas del Golfo San Matías, dónde se planea construir el oleoducto y la terminal petrolera, eran un área natural legalmente protegida. Hasta que, el 9 de septiembre de 2022, la Legislatura rionegrina, a puertas cerradas y en tiempo récord, aprobó la sanción de la ley N° 5.594.
Esta ley reforma la anterior Ley N° 3.308, que tenía un amplio apoyo popular y otorgaba una protección específica al Golfo San Matías por poseer características ecológicas, naturales y socioeconómicas únicas en el mundo, y levanta la prohibición de instalación de gasoductos u otros ductos para el transporte de hidrocarburos y sus derivados, las cuales constituyen actividades altamente contaminantes que pondrían en riesgo a toda la biodiversidad circundante. La nueva ley N° 5594 implica la vulneración del principio de no regresión previsto en el Acuerdo de Escazú, ratificado por Ley 27.566.
En este sentido, la audiencia convocada para el 17 de agosto en Sierra Grande para analizar los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto del oleoducto y la terminal Vaca Muerta Sur presentado por la empresa YPF vulnera el Acuerdo de Escazú, al limitar fuertemente el derecho de acceso a la participación pública en asuntos ambientales y obstaculizar el debate integral y robusto que ameritan los impactos ambientales de este proyecto.
Los EIA presentados por YPF es un documento escaneado de más de 4 mil páginas, poco legible y de difícil acceso. Además, la participación en la audiencia, que será presencial en la ciudad de Sierra Grande, ha sido restringida exclusivamente a personas con residencia en Río Negro cuando este megaproyecto incluye y perjudicaría a los territorios de Neuquén, Río Negro y Chubut y sus impactos repercutirían también en otras provincias en caso de accidentes, derrames y siniestros.
Biodiversidad. Las costas del Golfo San Matías y hasta la Península Valdés son importantes enclaves de biodiversidad. El Golfo San Matías, en conjunto al Golfo San José y el Golfo Nuevo (estos dos últimos forman parte de la Península Valdés), conforman una biorregión, llamada Golfos Norpatagónicos, y puede ser considerada una unidad ecológica independiente por su configuración, que limita el intercambio con aguas exteriores y le confiere características distintivas de su entorno.
Esta biorregión se destaca por su gran biodiversidad, en la que se incluyen diferentes especies de aves y mamíferos marinos que se alimentan y/o reproducen en los golfos. El avance de dicho proyecto impactará de forma negativa en toda su biodiversidad, como consecuencia de los potenciales derrames de hidrocarburos, el incremento del tráfico marítimo, el impacto acústico y el aumento en la probabilidad de colisiones con las diversas especies. Cabe resaltar que la Península Valdés fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
Problemas de índole económica. La extracción de fósiles no es rentable requiere de elevados costos de producción, la vida útil de los pozos es corta y genera altos niveles de contaminación. Además, la explotación de Vaca Muerta es sostenida mediante subsidios estatales a las empresas y acceso a dólares más baratos que terminan por ser subsidiados por todo el pueblo argentino.
Además, este proyecto implica un riesgo muy grande sobre la destrucción de los puestos de trabajo en las comunidades costeras locales que viven del turismo y la pesca por la contaminación por los potenciales derrames de petróleo y la actividad costera de buques petroleros en el puerto.
Los fósiles en la Argentina constituyen una falsa solución, no sólo no son la respuesta económica, sino que obturan una transición energética justa. En el escenario global actual, en donde las crisis económica y climática golpean con más fuerza a los sectores más desaventajados, resulta imperioso replantear una transición hacia modelos energéticos limpios.
Los autores integran el área de Investigación de Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN)