Nueva ley de etiquetado frontal de alimentos: por una mejor nutrición
En materia de hábitos de alimentación saludable, varios países han avanzado en el etiquetado frontal en el rótulo de los alimentos envasados. Con la media sanción del Senado, la Argentina se suma a esta iniciativa.
Esta estrategia se ha implementado de manera obligatoria en muchos países de América Latina, como Chile, Ecuador, México, Uruguay y Brasil, aplicando distintos modelos de perfiles nutricionales.
Según datos de la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) realizada en 2019, la prevalencia de exceso de peso (sobrepeso + obesidad) es de 66,1% en nuestro país. Esta es una de las problemáticas que busca resolver la ley: mejorar la nutrición al promover una alimentación apropiada y saludable, mientras se advierte sobre el contenido de azúcares, grasas, sodio y/o calorías en los alimentos procesados, con el objetivo de disminuir las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), como la obesidad y otras formas de malnutrición.
De esta manera, además de la información obligatoria que deben contener los rótulos de los alimentos, estos deberían informar en la cara principal del envase mediante octógonos negros con bordes y letras blancas si el alimento posee exceso en grasas totales, grasas saturadas, sodio, azúcares y/o calorías. Así, habrá alimentos sin ningún octógono en su rótulo, alimentos con un solo octógono o con más de uno. A su vez, se debería advertir a los consumidores si el producto contiene edulcorantes mediante la leyenda "Contiene edulcorantes, No recomendable en niños/as" y, en caso de contener cafeína, con la leyenda "Contiene cafeína. evitar en niños/as".
La comunicación y la educación del consumidor son fundamentales para que esta medida tenga éxito. Actualmente, el rótulo de los alimentos proporciona información sobre el contenido de nutrientes, los que se encuentran expresados por porción de alimento y porcentaje del valor diario recomendado (%VD). Es importante destacar que el consumidor debe estar atento a dichos valores, ya que, en base a lo dispuesto en la futura Ley de Etiquetado Frontal, un alimento podría tener un octógono por exceso de sodio cada 100 gramos o cada 100 ml, pero no así por porción, y de esta manera no se esté ingiriendo una cantidad tan elevada de determinado ingrediente. De hecho, hay categorías de alimentos de alta calidad nutricional que, dada su composición, podrían ser abarcados por estas medidas y ser desestimados por el consumidor. Es necesario aguardar al tratamiento de la ley en Diputados, circunstancia en la que puede revisarse esta situación y adoptarse criterios que permitan a esta ley alinearse con las recomendaciones de las guías nutricionales para nuestra población.
Al mismo tiempo, algunos nutrientes que la población está consumiendo en exceso como azúcares, grasas saturadas y sodio, no siempre provienen exclusivamente del consumo de alimentos procesados. Los alimentos preparados en casa, en restaurantes o en locales de comida rápida pueden representar un importante aporte de esos nutrientes en la dieta de las personas.
Más allá de que todavía queda mucho por hacer en esta materia, es clave proporcionar información al consumidor que le permita concientizarse sobre qué compra y consume y tomar decisiones más saludables en la elección de sus alimentos. De esta manera, ayudar a los ciudadanos a mejorar su alimentación puede dar respuesta a algunos problemas relacionados con el sobrepeso y la obesidad.
Docentes de la carrera de Ingeniería Química del ITBA