Nuestra productividad laboral en relación con la del mundo
En este trabajo nos referiremos a la producción del trabajador argentino según su PIB por hora trabajada, comparado internacionalmente, base Estados Unidos igual 100, desde 1950 hasta ahora, 2018:
En 1950, nuestro PIB por hora trabajada se situó en un 62 % del de Estados Unidos y ahora, 2018, está llegado cerca de la mitad de esas cifras, es decir, al 37 % del de Estados Unidos. En nivel absoluto, nos ubicamos en un valor 3 veces menor que el que se obtiene en aquella nación del norte, lo que de por sí, explica nuestro nivel de vida tan bajo en relación a aquel país.
Brasil, si bien mejoró su productividad laboral hacia 1973, nunca ha tenido una eficiencia muy alta, dado que en ese año llegó a 32 % del de EE.UU. Ahora ha recaído algo la productividad laboral y se ubica en 2018 en 26 % del de EE.UU. Recordemos que en Brasil, aún es más baja la productividad laboral que la de la Argentina y esto en un porcentaje alto aunque hay algunos sectores algo más desarrollados.
Si bien Estados Unidos mantiene una productividad laboral muy elevada, que se toma como comparación base =100 para los demás países, en 1990 y 1998 fue superada por Francia, que llegó a un valor de 113 y 112 % de productividad laboral, respectivamente. Ahora Francia ha declinado algo y en 2018 se ubica en un valor de 94 como % de la de EE.UU.=100.
El valor más llamativo es la productividad laboral de Japón, la cual ha crecido en forma permanente desde el inicio de la serie: arrancó en un 15 % de la EE.UU. en 1950 y ahora, 2018, está en el 64 % de la de aquel país, pero hubo momentos en los que llegó a 68 % del nivel de EE.UU, como en 1998.
La productividad laboral es la clave para competir y especialmente para una economía abierta, como pretende tener la Argentina. Es evidente que nuestras perspectivas de tener éxito en el mercado internacional dependen mucho de dicha productividad laboral, que si bien es mejor que la de Brasil en promedio, está muy lejos de la EE.UU, Francia o Japón.
Para desarrollarnos y tener fuerte presencia en el mercado internacional es clave el nivel de productividad laboral de Argentina. Hay que recordar también que este nivel de productividad laboral puede implicar mucho para el nivel de inversiones con las que puede contar el país. Recordemos que hay más de un 30 % de pobreza dentro de la población argentina y para reducirla se considera imprescindible incrementar mucho la inversión en maquinaria y equipo. Este proceso, de ocurrir, podría incrementar también la productividad laboral de la Argentina. Lo que es muy cierto es que no se puede exportar el enorme impuesto al trabajo que hay en Argentina a otros países.