No se necesita negar al otro para hacer política
El arte de hacer política requiere de tiempos, los cambios requieren de procesos que muchas veces son mas extensos que aquellos que marcan los limites de los mandatos de gobierno. Aquellos que alguna vez tuvieron a su cargo la responsabilidad de la gestión pública lo saben y conocen el enorme desafío que implica responder a los problemas coyunturales que presenta la gestión, y a la vez sentar las bases de procesos estructurales, en los que solo seremos un eslabón.
Poner en marcha un cuerpo de abogados/as, y ser parte de la construcción de un servicio que promueva el acceso a la justicia de mujeres en casos de violencia de género requiere hacerse las preguntas correctas. Por ejemplo: ¿cómo debe ser la estructura que de soporte y apoyo a estas abogadas/os en el territorio? ¿Cómo seleccionar a estas/os profesionales?, ¿Cómo evaluar el conocimiento y las habilidades de estas profesionales? ¿Cómo garantizar el apoyo integral que las mujeres victimas de violencia requieren?, ¿Cómo articular con 23 jurisdicciones provinciales, y las dos jurisdicciones judiciales de CABA (la nacional y la local)? ¿Cómo hacer que este servicio se complemente, con los servicios locales y no se superponga? En definitiva, ¿cómo hacer que este cuerpo responda a las necesidades de las mujeres?
Sancionar una ley es un proceso muy costoso, requiere de numerosos acuerdos, pero lograr cumplir con lo que la ley promete, eliminar la distancia entre el discurso de los derechos y la realidad de la ley en la vida de las personas requiere de enormes esfuerzos institucionales.
Hacerlo bien, aún sabiendo que quizás no sea quien hizo el esfuerzo de sentar las bases quién recoja los frutos, requiere de un gran compromiso que no piensa en autorías, ni réditos partidarios, que entiende que ciertas políticas públicas no son territorio de nadie y que no le pertenecen.
La gestión de Cristina Fernández, en la última sesión de su mandato logró sancionar la ley 27210, que presentara Juan Manuel Abal Medina para crear el cuerpo de abogados/as del Estado para casos de violencia de género. Nosotros, la nueva gestión, debíamos sentar las bases y poner en marcha el cuerpo de abogados/as y quienes vinieran detrás, fuéramos nosotros u otros deberían seguir consolidando este proceso. Esta es la corresponsabilidad que debe unir a todos los hacedores de la cosa pública, con prescindencia del color político que representen.
La gestión de Mauricio Macri puso en marcha este necesario y valioso servicio, uno de los principales desafíos fue entablar lazos y alianzas estratégicas con instituciones nacionales y provinciales. Se celebraron acuerdos de cooperación y coordinación con más de 90 instituciones, tales como: el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Iniciativa Spotlight, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Sennaf), el Plan Nacional de Prevención y Reducción del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA), la Dirección Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, el Instituto Nacional de las Mujeres, la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA), colegios, asociaciones y cajas de abogados, la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas (Jufejus).
Se creó un registro de aspirantes de abogadas/os, a fin de poder seleccionar los profesionales, que atenderían los casos, en el que se inscribieron 1675 abogados/as. Se diseñó e implemento un curso de transformación actitudinal (Curso TAG), para lo que se produjeron los materiales de trabajo que incluyeron herramientas audiovisuales, fotográficas, sonoras y de diseño gráfico. El curso se pensó, además, como paso fundamental del proceso de selección de abogadas/os para el patrocinio jurídico. El curso garantizaba la transparencia y evitaba la discrecionalidad en el proceso de selección.
Transitaron por el Curso TAG 1.477 abogadas/os, de las/os cuales aprobaron 383. Además, se desarrollaron dos módulos más (evidencia digital y abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes) para la capacitación permanente de las abogadas/os del registro. A fin de proceder a la consulta de casos por parte de las autoridades del cuerpo y evitar la tramitación de los beneficios de litigar sin gastos se sucscribió un convenio con la la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas Jufejus y se firmaron 5 acuerdos más con las cortes de Salta, Tucumán, Entre Ríos, Corrientes y Chaco.
En el marco del mencionado convenio de cooperación entre Unicef y el PNUD se conformó un equipo experto en la temática de abuso contra niñas, niños y adolescentes, cuyas/os integrantes se incorporaron a la sede central del Cuerpo y tenían como misión asesorar, desarrollar lineamientos y reglas de actuación y responder las consultas de las abogadas/os del Registro que brindan patrocinio en las provincias.
Se creó un sistema informático de gestión de casos, se generaron las fichas para la admisión de casos, con criterios flexibles que no dejaran a ninguna mujer atrás.
Finalmente, con el primer curso realizado, y el listado de profesionales que lo habían aprobado se procedió a la contratación de las primeras abogadas/os, para las provincias del NOA, NEA, la ciudad de la Plata y la provincia de Neuquén (por el compromiso asumido por el Estado en el caso ante la CIDH, de Ivana Rosales).
Al mismo tiempo, se comenzó con el curso TAG en el resto del país, para poder proceder a la implementación del cuerpo en el resto de las provincias concluyéndose antes de finalizar la gestión con ese proceso de selección. Se dejó presupuesto en el proyecto llevado adelante con el PNUD a fin de garantizar presupuesto para las futuras contrataciones.
La antorcha quedó junto a las nuevas autoridades del gobierno de la nación que tienen el compromiso de seguir robusteciendo la implementación de un servicio tan necesario para las mujeres, el ministro Soria no necesita desconocer el enorme esfuerzo institucional que se realizó como lo hizo en la presentación del traspaso del cuerpo al Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
Nunca me sentí mal por reconocer el trabajo de Abal Medina, siempre fue invitado como un actor preferente en todos los avances que el cuerpo de abogados realizaba, su rol como autor de la ley nunca se puso en discusión.
Nunca me preocupó porque salió la ley en la última sesión de un gobierno que había estado en el poder por 12 años, ¿realmente eso era importante? ¿eso le quitaba valor a la conquista histórica de una ley que reconocía un servicio tan necesario para las mujeres?
Para hacer política, esa que se escribe con mayúsculas, para ser parte de la historia, no se necesita desconocer a los otros.
Exsecretaria de Justicia de la Nación