No bombardeen el Conicet
En las últimas semanas, arreciaron las alertas de demoras en las convocatorias a ingresos y promociones en el Conicet. Todo indica que, para ocultar el ajuste en ciencia, se está usando ese mecanismo para “saltearse” un año. Las quejas de los postulantes ya no se pudieron silenciar en las redes sociales. La semana pasada, al abrir la página web Conicet, los científicos nos encontramos con un mensaje del Directorio que, francamente, da vergüenza ajena (https://www.conicet.gov.ar/mensaje-del-directorio-del-conicet-4/). En ese comunicado, se indica que los retrasos en la convocatoria a ingresos a la carrera del Investigador Científico CIC 2022 se deben fundamentalmente a la pandemia y “al ciberataque de dispersión global denominado ransomware” que sufrió en abril del corriente año el Conicet. Pero el mensaje no podía estar completo sin la propaganda kirchnerista a la que nos han sometido durante estos años, y por eso añaden que todo esto se da “en el marco de un Gobierno Nacional que apoya y promueve fuertemente a la Ciencia, Tecnología e Innovación” y que “el Directorio del Conicet manifiesta enfáticamente su clara decisión y convicción de sostener el proceso de recuperación y crecimiento de ingresos iniciado con la nueva gestión”. Aunque parezca mentira, no cesan en su intento de imponer la historieta patética de “tierra arrasada”, que constituyó el núcleo de su discurso desde el primer día que asumieron.
Dentro del Estado, el Conicet sigue siendo un organismo altamente meritocrático. Pero, lentamente, el kirchnerismo está logrando que deje de ser un ente técnico independiente del gobierno de turno. La página web del Coniet se ha transformado en una usina partidaria, y el temor a “no pertenecer” ha culminado en que muchos de los que pertenecen al organismo se llamen a silencio. Hablar es condenarse al ostracismo y poner en peligro la propia carrera académica. A mediano y largo plazo, esa triste realidad incidirá inexorablemente sobre la calidad de las investigaciones que se lleven a cabo. Con estas actitudes, el kirchnerismo desprestigia al Conicet y a todos los que pertenecemos a él ante la sociedad. Más allá de nuestras posturas políticas individuales, los científicos debemos exigir que dejen de usar el organismo como una máquina de propaganda. Ya lo vimos en plena campaña, cuando el Frente de Todos usó el logo del Conicet de manera desembozada en una publicidad vergonzosa.
Todavía estamos a tiempo de recuperar nuestro prestigio ante la sociedad y nuestra independencia. No podemos seguir permitiendo que nos usen con fines partidarios. No es la primera vez que lo vivimos en la Argentina y ya sabemos cómo terminan esas historias.
Investigadora del Conicet