No al cierre de El Palomar
Es momento de volver a comprometerse con el futuro del aeropuerto de El Palomar, por su gran impacto en empleo, conectividad y federalismo. En un momento tan delicado de nuestra economía, perder puestos de trabajo es el peor escenario.
En nombre de las muchas familias que trabajan o están vinculadas al aeropuerto creo que es urgente que se presente un protocolo Covid-19 adecuado para que El Palomar pueda seguir adelante. Que no se busquen artilugios técnicos para frenar un hecho de trabajo y oportunidades que beneficia primero al Oeste del Conurbano, pero luego a la conectividad y al desarrollo de la Argentina.
Hoy en Tres de Febrero 7 de cada 10 vecinos están a favor de la continuidad del aeropuerto. Con los intendentes de la zona coincidimos en la defensa del trabajo, buscamos consensos a pesar de nuestras diferentes identidades partidarias y acordamos que se haga un profundo estudio sobre su impacto ambiental y viabilidad financiera, pero compartimos que no se pueden arriesgar en este momento tan complejo las fuentes de trabajo.
Sabemos que el operador aeroportuario (el mismo en ambos aeropuertos) presentó los correspondientes protocolos Covid-19, por eso no parece justificado que se apruebe uno y no el otro. Convivir con el virus es factible en todos los órdenes si actuamos con protocolos, como se ha podido hacer en la industria, el comercio, el culto, el deporte. Se tiene que poder en El Palomar, salvo que exista una premeditación y lo que se busque es ahogar su funcionamiento para que cierre y así condicionar a las compañías low cost que en él operan.
Esto pone en riesgo todos los esfuerzos y el futuro de mucha gente que depende de este aeropuerto y de las dos aerolíneas que trabajan allí, justo ahora que están volviendo los vuelos de cabotaje. También pone en riesgo el desarrollo y el empleo en las muchas ciudades que se han visto beneficiadas por el funcionamiento de El Palomar, de Bariloche a Salta, Rosario, Iguazú, Córdoba, Mendoza o Corrientes.
Ser un país verdaderamente federal requiere de más opciones y más posibilidades en cuanto a conectividad aeronáutica. Ya se fue Latam; no es sensato perder más líneas aéreas y posibilidades de conexión, trabajo y turismo. Desde que funciona El Palomar, Bariloche ha tenido turismo de fin de semana, por los vuelos baratos. Un rosarino ya no tiene que ir a la Ciudad de Buenos Aires para volar a Tucumán: eso es federalismo. Muchas personas viajaron por primera vez en avión, pudieron ir a ver a sus familiares por un costo bajo y llegaron a un aeropuerto en tren o colectivo.
No dejemos que la ideología o los privilegios prevalezcan sobre el trabajo y la sensatez. Busquemos la forma para que El Palomar vuelva a funcionar, no la excusa para cerrarlo.