Niños y niñas, unidos por la causa ambiental
El 20 de noviembre es un día dedicado a los niños, las niñas y adolescentes de todo el mundo; un día que celebra los avances alcanzados para su bienestar y garantía de derechos. A 31 años de la Convención de los Derechos del Niño, el tratado internacional más ratificado en la historia, ya 196 países se comprometieron para asegurar que los chicos y las chicas accedan a servicios como la educación y la salud; no sufran discriminación y puedan desarrollar sus habilidades y talentos; crezcan en un ambiente de protección, asistencia y amor; reciban información sobre cómo alcanzar sus derechos y puedan participar de forma activa.
Pero el Día Mundial de los Niños y las Niñas es también una fecha de alerta y concientización. Hoy su salud y su futuro se encuentran en peligro. Estamos ante un escenario de crisis climática sin precedentes. El 90% de las enfermedades relacionadas a esta problemática afecta a niños y niñas menores de 5 años. El calentamiento global genera consecuencias devastadoras en su bienestar. El aumento de los océanos, las lluvias, las inundaciones, las olas de calor, las sequías y fenómenos meteorológicos, como los ciclones o incendios, vulneran sus condiciones habitacionales, educativas y sanitarias; afectan la calidad del aire y generan enfermedades respiratorias; destruyen infraestructuras esenciales de abastecimiento de agua y saneamiento; provocan condiciones para que proliferen enfermedades como el cólera, diarreas agudas, el dengue, Zika, Chikungunya y Chagas; generan pérdidas de cosechas que elevan los precios de los alimentos y, en consecuencia, aumentan la inseguridad alimentaria y privaciones nutricionales.
Si no actuamos hoy, esta crisis profundizará las desigualdades que los chicos y las chicas enfrentan en la actualidad y causará daños a sus vidas adultas y a las futuras generaciones, sobre todo en las poblaciones de mayor vulnerabilidad. El impacto también tendrá efecto en la economía, con repercusión directa sobre la niñez y la adolescencia.
La necesidad de dar una respuesta a esta problemática es urgente. Los y las responsables de tomar acciones para evitar el cambio climático y sus consecuencias somos las personas adultas. Unicef es un fondo de las Naciones Unidas que nació para asistir en emergencias y sabemos que, en momentos como estos, es crucial reconocer y respetar la capacidad de acción de los y las jóvenes y empoderarlos para una participación activa en las políticas públicas que les afecten. Lejos de ser víctimas pasivas, ellos y ellas han empezado a manifestarse. Son el agente de cambio para alcanzar sociedades más justas y diversas.
Debemos ayudarlos a proteger el planeta y su futuro. Unicef Argentina se unió con Jóvenes por el Clima para lanzar una campaña que nos llama a actuar a todos y todas juntas como #UnaSolaGeneración. A través de las redes sociales, medios de comunicación, con intervenciones en la vía pública y monumentos emblemáticos de la ciudad, la campaña fomenta y apoya el debate, la participación y la movilización de los chicos y las chicas en su reclamo, para que la acción del clima -como la necesidad de sancionar una Ley de Humedales- sea una prioridad en la agenda gubernamental.
En el Día Mundial de los Niños y las Niñas, Unicef reafirma su compromiso con el cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y la promoción de su bienestar. Unirnos con ellos como #UnaSolaGeneración para defender la causa ambiental es fundamental para asegurarles un futuro mejor.
Representante de Unicef Argentina