Nigel Farage, el líder ultranacionalista que sacude la política británica a fuerza de votos y popularidad
Excéntrico y sin temor al ridículo, al frente del partido más votado en las elecciones europeas, rechaza la inmigración y suma adherentes
LONDRES.- Los políticos británicos están perdiendo el sueño. Y no son precisamente los rivales tradicionales o las constantes críticas de una ciudadanía cada vez más desilusionada lo que los tiene preocupados. Lo que los mantiene despiertos de noche tiene nombre propio: Nigel Farage, 50 años, líder del Partido para la Independencia del Reino Unido (UKIP) y revelación de las últimas elecciones locales y para el Parlamento Europeo, en las que fue la fuerza más votada y en las que logró derrotar a conservadores y laboristas en elecciones nacionales por primera vez desde 1910.
Le dicen delirante, carismático, jugado, populista, ultraconservador, hipócrita, ambicioso y racista, entre muchos adjetivos que usan para definirlo. A la hora de opinar sobre él nadie se ahorra palabras. Para algunos representa valores británicos perdidos hace tiempo, mientras que para todos los demás es la personificación de una ideología retrógrada que se rehúsa a ver los beneficios del multiculturalismo.
Lo cierto es que lo que todavía es poco claro es si el aparentemente imparable ascenso político de Farage es real o el mero resultado de una crisis de liderazgo político local. Como sea, el contradictorio, excéntrico y mediático Farage -que puede apoyar la legalización de las drogas y la prostitución, pero oponerse al matrimonio gay y afirmar que admira al presidente ruso, Vladimir Putin, por lograr engañar a los europeos en Ucrania- es, sin duda, el político del año en el Reino Unido.
Nigel Paul Farage nació en 1964 en el seno de una familia de clase media alta en el condado de Kent, donde todavía tiene su domicilio fijo. Hizo la secundaria en Dulwich College, una escuela privada londinense de renombre, hasta que a los 18 años decidió que la universidad no era lo suyo y, siguiendo los pasos de su padre, consiguió un trabajo en la City de la capital británica, en el que, a los 21 años, ya ganaba 200.000 libras al año (unos 700.000 euros actuales). Allí se dice que su carisma lo ayudó a encajar en un mundo en el que los jóvenes vivían entre fiestas, chicas, alcohol y dinero, mucho dinero.
Entró en la política a los 14 años como miembro del Partido Conservador. Pero al poco tiempo se desilusionó con el acercamiento del partido a la idea de una Europa unida y renunció a su membresía. Dicen que aquel enfrentamiento con la realidad de la política fue el combustible que lo llevó a formar las bases de lo que hoy es el UKIP.
Tiene cuatro hijos, dos varones de su primer matrimonio y dos mujeres de su segundo, con la alemana Kirsten Mehr, a quien emplea como su secretaria con dinero del Parlamento Europeo y con quien se casó en 1999, lo que le valió ser tildado de hipócrita por criticar a Europa y a los extranjeros y tener a una en casa. Pero, como para todo, Farage respondió a las críticas sin parpadear: "Odio a la Unión Europea, no a los europeos," dijo.
Antitodo
Si se pudiera describirlo con dos palabras, la primera siempre sería "anti": anti-Unión Europea (según él, un nido de burócratas y un gastadero de plata que se aprovecha de la posición privilegiada del Reino Unido), antiinmigración (particularmente contra quienes vienen de Europa del Este a "robar los trabajos de los británicos") y antiecologistas (dice que las turbinas que producen energía limpia son unos aparatos monstruosos que no sirven para nada), entre otras. Farage dice que todos esos "males" pueden resolverse con una serie de modificaciones, entre las que propone la salida inmediata de la Unión Europea (y de todas sus reglas impositivas, migratorias y judiciales) y el establecimiento de un superestricto control migratorio (que incluya forzar a los inmigrantes a pagar por salud y educación privada durante los primeros cinco años de estadía en el Reino Unido).
Sus políticas extremas lo catapultaron a la fama dentro y fuera de los círculos nacionalistas locales, pero su estilo particular (descontracturado, pero confrontativo) le costó duras críticas de parte del resto del espectro político, incluidos grandes sectores del Partido Conservador.
De hecho, en 2006, el propio David Cameron desacreditó a los miembros de UKIP como "locos y racistas que no admiten serlo", aunque, tras el aumento en popularidad de estos últimos, los políticos tradicionales están cuidando sus palabras.
Farage habla donde lo inviten, y en los otros lugares también. YouTube esta plagado de videos suyos haciendo el ridículo, cubierto de huevos, despotricando contra todo, siempre -es un fanático de los pubs y la bebida sin disimulo- pinta de cerveza en mano. Desde que asumió el liderazgo del entonces poco conocido UKIP, poco a poco se coló en las pantallas de televisión y en las páginas de los diarios hasta destronar a los candidatos tradicionales (tanto que, tras las recientes elecciones, el Partido Verde ha interpuesto una queja a la BBC por lo que, dicen, fueron los excesivos minutos de aire que le dieron).
La popularidad de las extremas propuestas antiinmigración no es sorprendente, ni en el Reino Unido ni en ningún lado. Pero lo que tomó a todos por sorpresa es la velocidad en la que el "fenómeno Farage" se transformó en tal.
Algunos dicen que el éxito se debe a que el británico apareció con una propuesta que llenaba un vacío: es más conservador que los conservadores, pero no tan ultranacionalista como el Partido Nacionalista Británico. UKIP les da una caja de resonancia a aquellos que querían despotricar contra el multiculturalismo, la inmigración, la Unión Europea y todo lo que ven como liberal, sin ponerse colorados.
Farage entró al Parlamento Europeo en 1999, como representante del UKIP (que había sido formado seis años antes) y fue elegido líder del partido en 2006. Al llegar 2009, UKIP ya había conseguido 13 asientos en el Parlamento Europeo, aunque no contaba con representación de concejales a nivel local.
Cinco años más tarde, se convirtieron en la cuarta fuerza política del Reino Unido, con 24 representantes en el Parlamento Europeo (más que ningún otro partido británico) y 150 concejales a nivel local.
Farage no bromea cuando despotrica contra Bruselas y sabe más que nadie que la forma más efectiva de intentar desestabilizar la Unión Europea es desde un gobierno nacional. Mientras tanto, los líderes de los partidos más tradicionales se esfuerzan por descubrir la estrategia para convencer al electorado de que Farage no es el líder que se merecen. De hecho, muchos ya han abandonado la política de la confrontación porque saben que le suma puntos.
El hecho de que no está solo -es parte de una nueva camada de líderes europeos ultranacionalistas que están tomando lugares privilegiados en la mayoría de los países del Viejo Continente- está haciendo pensar a políticos y ciudadanos que hasta ahora veían el ir a votar como un ejercicio sin mucho sentido.
Quizá la mejor síntesis de su personalidad y sus aspiraciones la dio él mismo, antes de ganar en las últimas elecciones europeas, cuando, en respuesta a las criticas que recibe, citó a Mahatma Gandhi: "Primero te ignoran, luego se ríen de ti, después te atacan y, finalmente, ganas".
Quien es
Nombre y apellido
Nigel Farage
Edad
50 años
Conservador de origen
Nació en un hogar de clase media alta cerca de Londres, no fue a la universidad y se inició en la política a los 14 años, en el Partido Conservador.
Éxito político
En 1999 entró al Parlamento europeo por UKIP, que hoy tiene allí 24 representantes, y es la cuarta fuerza política del país, con su discurso anti-UE y antiinmigración.
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