Mutuales, o ¿financieras truchas?
Esta semana nos anoticiamos sobre la “mutual” cordobesa: sociedades satélite, la “conexión Buenos Aires” y la sombra de los prestanombres. Comprobábamos allí la continuidad defraudatoria del estallido de seudomutuales (“cuevas” y mesas de dinero) en todo el país, lo cual nos confirma otras inadvertidas corresponsabilidades por flagrantes omisiones administrativas: Inaes y órganos locales de aplicación, Banco Central, AFIP, Unidad de Información Financiera (UIF), Procuraduría contra la Criminalidad Económica (Procelac), Comisión Nacional de Valores(CNV); pero también judiciales.
Según el artículo 2 del decreto de facto 20.321/73, “son asociaciones mutuales las constituidas libremente sin fines de lucro por personas inspiradas en la solidaridad, con el objeto de brindarse ayuda recíproca frente a riesgos eventuales o de concurrir a su bienestar material y espiritual, mediante una contribución periódica”. Ni más ni menos.
Solo el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) puede autorizar a funcionar a una mutual, pero debiendo auditarla e inspeccionarla permanentemente en todas sus actividades administrativas, contables y financieras. También, eventualmente, solicitar su intervención judicial y hasta retirarle su autorización para funcionar, monitoreando en tal taso su disolución y liquidación.
No es menester mayor ilación para señalar que, como en el caso de la Mutual del Club Atlético y Filodramático (Cayfa), que operaba delictivamente en la zona de Alicia y Las Varillas, en la provincia de Córdoba, allá por el año 2008, esta “mutual” cordobesa (con conexiones en Buenos Aires, sociedades satélites y prestanombres o testaferros) también habría contado con la complicidad de funcionarios del Inaes, que, en tal caso, omitió controlar cabalmente la actividad de la mutual en cuestión, incurriendo en las previsiones del capítulo IV del Código Penal, sobre abuso de autoridad y violación de los deberes de los funcionarios públicos.
Causa estupor que fiscales, tribunales y magistrados no incriminen al Inaes ni a los órganos locales de aplicación en la materia por abusos de poder y/u omisión de los deberes de funcionario público, especialmente cuando, en forma paralela, las Constituciones provinciales sostienen: “el Estado provincial fomenta y promueve la organización y desarrollo de cooperativas y mutuales. Les asegura una adecuada asistencia, difusión y fiscalización que garantice su carácter y finalidades”.
Quién de nosotros podría ignorar u olvidar las hebras de esperanza y promoción mutual desde la época de nuestros abuelos, sosteniéndose unos a otros, un capital humano con cualidades destacables en la solidaridad y fraternidad entre inmigrantes, descendientes y vecinos.
¿Cómo permitir entonces que aviesas malversaciones éticas pretendan sustituir tal capital simbólico por casas de usura para explotar la necesidad, ligereza, urgencia o inexperiencia humana de incautos usuarios y consumidores de ayudas económicas mutuales, obteniendo en supuesto “modo mutual”, ventajas patrimoniales evidentemente desproporcionadas y sin justificación; todo ello agravado en tiempo de pandemia ?
En el caso de la “mutual” de marras, así lo refleja el voto del camarista Eduardo Avalos, “La operatoria financiera realizada por fuera del objeto mutualista era habitual y constituía la principal actividad de la Asociación Mutual Metropolitana, desnaturalizando de este modo el verdadero fin de la entidad mutualista y convirtiendo a la misma en una verdadera financiera”, magistrado integrante de la Sala A de la Cámara Federal de Córdoba, cuando en esa causa se denegó una casación contra procesamientos por presuntas asociación ilícita y asociación ilícita fiscal.
Conclusivamente, ante la seguidilla de escándalos y defraudaciones “mutuales” (vg., últimamente las cordobesas Cayfa, Altos de Chipión, las santafesinas de Rafaela, las de sindicatos, gremios, clubes, etc.), sepa el Inaes, los órganos locales de aplicación mutual, como el submundo usurero del mutualismo aburguesado, corporativo y corrupto que... con las Mutuales, ¡no!
Experto CoNEAU cooperativas y mutuales