Mundial Qatar 2022: futbolistas con datos, entre la innovación y la protección
La FIFA anunció el lanzamiento de una aplicación -reservada y solo accesible para los involucrados- como parte del paquete de innovaciones que tendrá la próxima Copa del Mundo en materia de estadísticas avanzadas
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La nueva pantalla a la que ingresará el fútbol como deporte en Qatar 2022, tiene que ver justamente con las pantallas de los teléfonos inteligentes de los futbolistas que alimenten el Mundial: tendrán un acceso exclusivo a los datos y estadísticas de sus partidos. Los jugadores como analistas de su propio rendimiento. Una manera de apreciar y entender cuál fue el aporte que hicieron, para bien o para mal, a lo largo de los 90 minutos de un partido.
La FIFA anunció el lanzamiento de esta aplicación -reservada y solo accesible para los involucrados- como parte del paquete de innovaciones que tendrá Qatar 2022 en materia de estadísticas avanzadas. Tal vez más interesante que el VAR y el sistema semiautomatizado del fuera de juego, “chiches” tecnológicos que se aprecian y discuten a nivel de los aficionados, lo más avanzado que traiga este Mundial tenga relación con el uso de los datos para revelar las capas de acciones y el entramado que puede tener un partido.
El fútbol se baja el precio cuando se vende únicamente como una expresión emocional y se lo sube por demás cuando presume de no ser alcanzado por la tecnología y la capacidad operativa del análisis de datos para describir procesos y tendencias. En este sentido, Qatar 2022 es el escenario en el que la FIFA pondrá a 25 analistas por partidos -uno por jugador- para capturar los diferentes eventos que se suceden durante un encuentro.
La gran novedad para los jugadores es que ahora tendrán una ventana directa hacia esas estadísticas que se combinarán con el tracking de sus recorridos, su influencia aún cuando no toman contacto con la pelota -ejemplo, cuando presionan en una salida o ejercen una situación posicional determinada- y todas esas variables confluirán en un feed de video para que puedan observar cada intervención en el juego. Nada que un NBA o un “chocador” de la NFL no tengan a disposición cuando regresan al vestuario.
Un valor estadístico que tendrán los futbolistas se basará en su despliegue físico y sus acciones cuando superen los 25 kilómetros por hora. Es decir: cómo fueron las ejecuciones en los pasajes de alta intensidad. Los futbolistas, además, podrán compartir en sus redes sociales algunas imágenes del juego -no videos- con la métrica que deseen destacar del partido que jugaron.
Esta gestión propia y personal de los datos se conecta con otra noticia también dada a conocer la semana pasada: FIFPRO, el sindicato mundial de futbolistas, en colaboración con la FIFA, difundió una carta de derechos en la que sientan posición sobre el control y la protección de los datos de los jugadores. Se trata de una declaración que busca preservar los derechos que tienen los futbolistas para conocer el origen de la toma de datos, la confianza y la certeza de esas métricas, la posibilidad de reclamar y pedir rectificación de esa información y hasta el derecho a la eliminación de los datos personales si se vieran afectados.
FIFPRO no apuntó a dar directrices sobre la explotación comercial que pueden tener los datos, privados y públicos de los jugadores, -en épocas en las que se mide hasta como duermen los atletas- sino que procura que los jugadores conozcan sus derechos sobre la legislación vigente sobre el acceso y la protección de esa información.
En una encuesta hecha a casi 120 futbolistas, el 80 por ciento aseguró que conocer sus datos de juego es una manera de mejorar su rendimiento y casi el 70 por ciento de los jugadores, entre los 18 y los 24, años dijeron que miran sus smartphones ni bien saben que los datos están disponibles. De alguna manera, en Qatar 2022, la FIFA le dará a los futbolistas de las selecciones algo de lo que ellos ya reclamaban, como un modo de ser todavía mejores de lo que son.