Mucha soberanía y poco gasoil
Una vez más la improvisación y la falta de gestión están abriendo las puertas de la emergencia energética; esta vez con la falta de gasoil para las cosechas y para el transporte. Día a día se agrava el faltante de combustible en el norte del país y se complica la recolección de la caña de azúcar, limón, maíz y yerba mate.
El gobierno pretende controlar y regular todo, mientras no es capaz siquiera de alinear mínimamente la propia tropa de funcionarios. Estos son los resultados. Una constante y una muestra más de la desidia y extravío del sistema energético argentino.
A principios del otoño afirmaron que no habría faltantes de gas ni de gasoil. Pateaban la pelota afuera. Hoy hay cortes de gas a las industrias, escuelas cerradas por el mismo problema y desabastecimiento de combustibles en casi todo el país.
Nueva contradicción: esta semana el Presidente reconoce y confirma que hay escasez y faltante, cosa que sabíamos ocurría desde marzo. Ya el 7 de abril las cámaras se habían reunido con el secretario de Energía por las carencias, colas, racionamientos, desabastecimiento y la “nueva demanda” de clientes extranjeros en las estaciones cercanas a la frontera. Aún están por enviar a Gendarmería a vigilar y hace pocas horas el Gobierno reveló que va a importar más gasoil.
Es tal el desmanejo macroeconómico y la falta de divisas para importaciones que la escasez de dólares se va dosificando a cuenta gotas, repartiendo entre compromisos al FMI, pagos de deuda, acumulación de reservas, adquisición de gasoil, LNG y el resto de los productos e insumos que requiere nuestra economía para funcionar.
Nada de esto es nuevo y no se trata de algo menor. El gasoil es un insumo indispensable para levantar las cosechas que a su vez son el principal ingreso de divisas a nuestro país.
Hace varios meses los productores se ven obligados a recorrer las colas de las estaciones de servicio para que, con gotero, les llenen el tanque, con la pérdida de recursos, tiempos y foco que ello genera. Confusión y vergüenza.
“Este es el momento crítico, porque estamos levantando el maíz, sembrando los cultivos de invierno, promediando la zafra del limón y recién comenzando la de caña de azúcar. Si había un momento cuando no podía faltar nada de gasoil era ahora”, reclaman. Al mismo tiempo el precio se disparó. Ya se están priorizando algunas actividades sobre otras en el campo: “o sea, si estás cosechando la caña, otras actividades se tienen que postergar, como puede ser una nueva plantación de caña o una pasada de rastra, por lo cual el impacto no se verá solo ahora, sino el año que viene en los rendimientos”. Esto no es gratis.
Nos siguen explotando en la cara los problemas por desconocimiento y desinterés; el “vamos viendo” y la irresponsabilidad. En estos años de gobierno no se ha promocionado vigorosamente la eficiencia energética, las reconversiones de vehículos, ni se ha impulsado el uso intensivo de LNG o GNC. La política de biocombustibles es inexistente. Tampoco se han priorizado vehículos livianos eléctricos o a nafta para reemplazar consumos de gasoil.
Pareciera que preferimos que le llegue la gangrena al paciente y tener que cortarle la pierna en lugar de tomar mínimamente los recaudos para evitar arribara situaciones con este nivel de gravedad. Increíble que sabiendo de los faltantes con tanta anticipación no se haya hecho algo antes. Nadie se hace cargo de los daños ocasionados. Siempre llegan tarde a problemas recurrentes y completamente previsibles.
Como si todo esto fuera poco, la salida del ministro Matías Kulfas levantando sospechas de corrupción en la compra de insumos del gasoducto aún no comenzado en Vaca Muerta fue el corolario de una serie de jornadas donde se expuso de manera tangible la crisis energética que atraviesa el sector.
Una vergüenza que se repite. Esta carestía de gasoil suma otro error no forzado a una gestión que la gran mayoría de los argentinos queremos dejar atrás lo antes posible. Sobre todo, si apuntamos al verdadero desarrollo del país.
Diputado Nacional de Neuquén por Juntos por el Cambio y Vicepresidente de la Comisiónde Energía de la Cámara de Diputados.