Monotech: otra oportunidad perdida, otra vez una ley parche
La semana pasada, la Cámara de Diputados dio dictamen al proyecto del flamante “Monotech” (monotributo tecnológico) reenviado por el Poder Ejecutivo, y planea incluirlo en el temario de la próxima sesión. Una solución parcial cuyo único objetivo es el ingreso de dólares sin proponer cambios de fondo y a largo plazo.
Esta ley es una respuesta imperfecta a las consecuencias de las restricciones cambiarias. Una excepción para un caso particular que sigue distorsionando y complicando aún más nuestro régimen cambiario e impositivo.
Una vez más se trabaja en una “Ley parche” que brinda beneficios solo para unos pocos, sin abordar temas centrales como facilitar la la difícil transición del monotributo al régimen general o -por poner dos ejemplos particulares- eliminar la limitación de cantidad de inmuebles a aquellos que alquilan propiedades y la falta de reglamentación del monotributo deportivo.
El tratamiento express de esta ley en comisión implicó que no se aceptara la presencia de representantes de empresas o cámaras afectadas ni de estudiosos o asociaciones civiles competentes que podrían haber aportado información valiosa. Faltaron voces para poder sancionar una ley que generará, sin lugar a dudas, una nueva inequidad tributaria y que puede traer consecuencias negativas inesperadas como, por ejemplo, desincentivar la conformación de sociedades.
El proyecto de ley tiene por objeto brindar un marco normativo a los sujetos que realicen exportaciones de servicios (no solo tecnológicos), e-Sports o deportes electrónicos, creando un régimen impositivo simplificado similar al monotributo para quienes facturen menos de US$ 30.000 dólares anuales y un régimen cambiario especial por el cual durante el tiempo de su inscripción, quedan exceptuados de la obligación de liquidar en el Mercado Libre de Cambios (MLC) las divisas originadas. Eso sí, tienen la obligación de depositar los ingresos en una cuenta especial en dólares.
A priori, uno de los efectos no deseados a largo plazo que podría generar la ley es que como solo contempla como sujetos incluidos a las personas humanas, quedan fuera las personas jurídicas como sociedades o asociaciones impulsando así a la actuación individual. ¿Qué pasaría sí, por el contrario, fomentamos la creación de valor por medio de una empresa digital que pueda escalar?
Pensemos en un país donde los emprendedores quieran desarrollarse, facturar más, transformarse en pymes y luego en grandes empresas. Así nuestro futuro sería otro. Sin embargo solo se plantean soluciones parciales y de corto plazo para un sector que pierde cualquier estímulo para mejorar y se termina fomentando el “enanismo fiscal”.
Quedan fuera del proyecto otras prestaciones de servicios vinculadas con el exterior que mueven divisas ya que solo incluye a las exportaciones de servicios. No contempla las prestaciones de servicios que realiza un residente argentino en el exterior o aquellas prestadas en el país a sujetos del exterior que podrían beneficiarse sobre todo con el régimen cambiario.
Y, por último, no prevé cómo podría afectarse en el tiempo el régimen cambiario. El cambio de reglas de juego es moneda corriente en los gobiernos kirchneristas, la ley no propone una libre disponibilidad de los fondos ya que, como dijimos, los mismos deben depositarse en una Cuenta Especial y no queda claro cómo funcionará. ¿Qué pasa si el BCRA decide cambiar las reglas?
No hubo tiempo de analizar la letra chica del “Monotech”, quedaron varias dudas y nuevamente se perdió una oportunidad de pensar soluciones integrales, de trabajar en el texto de una ley escuchando a los que saben del tema. Al final del día se dicta una “ley parche” que brinda beneficios para unos pocos sin abordar temas centrales y pateando el problema para adelante.
Diputada Nacional del Pro por Santa Fe