Rock y política en 1973, el año de Artaud
Esta es una antirreseña: es decir, es apenas un señalador, una marca que quiere llamar la atención sobre un objeto. Escribo sin haber leído una página de El año de Artaud. Rock y política en 1973 (Planeta). Dicho esto, me permito agregar que sí he leído libros anteriores de su autor, Sergio Pujol, y como tantos de sus lectores disfruté con su conocimiento preciso, la limpieza de su estilo y la amenidad de su prosa. No importa cuál sea su tema de estudio -el jazz, la milonga, Valentino o María Elena Walsh-, Pujol se las ingenia (el término es demasiado ligero, pido disculpas) para contar la historia con todos sus espesores y una capacidad poco frecuente para asociar música e historia, política y entretenimiento. Esta vez, el objeto que lo convoca no puede ser mejor, porque detrás de esa palabra-llave, Artaud, está uno de los mejores discos de la historia del rock y un tiempo convulso que sigue conservando un extraordinario magnetismo. El año es 1973, que el autor compara con ese otro annus mirabilis que fue 1968: el año, señala, de "la revolución de lo cotidiano hermanada con la revolución de lo político".