Puma
"El municipio no tiene los medios para encontrar a un animal salvaje como un puma. Necesitamos una persona idónea, un cazador que le dispare un dardo tranquilizador sin lastimar a nadie."(De Alicia Lencina, concejal y presidenta de la Comisión de Seguridad y Defensa de los Derechos de Vicente López.)
Mientras el público se distrae hablando de temas menores, como la inflación, el Boudougate o la mágica desaparición en cámara de Alberto Fernández, el verdadero problema es que hay un puma suelto en Vicente López y que nadie sabe qué hacer con eso.
Están los escapistas, los que frente a la bestia esconden la cabeza como el avestruz sin pensar que si el puma está hambriento lo que menos codicia es la cabeza sino el resto del cuerpo. Estos pontífices de la negación arguyen que todavía nadie ha visto al puma y que, por lo tanto, no hay que preocuparse. El puma puede ser brutal, pero no tonto. No va a dejarse ver, no va a plantarse en medio de la Avenida del Libertador antes de pegar el zarpazo, diciendo: "Vengo a comérmelos a todos".
La oposición no ignora el tema, pero carece de reacción. Hablan confidencialmente del puma en las mesas de café, pero desvían la atención enseguida cuando ven un micrófono y no se les ocurre, más allá del sentimiento de indignación contra el felino, ninguna idea para elaborar una estrategia que permita atraparlo y devolverlo a la estepa de la que nunca debería haber salido. Por su parte, el oficialismo está inerme, indefenso. Los propios funcionarios admiten que no hay entre ellos nadie idóneo para cazar al puma, no al menos sin causar daños irreparables a terceros. Pero la confesión de incapacidad no releva de culpa. El puma no tiene ningún prurito que le impida tragarse a los gobernantes ineptos.
Mientras tanto, el puma continúa al acecho. Los que viven en otros lugares -en Flores, en Lanús, en Mataderos- no deberían encogerse de hombros pensando que por una cuestión de jurisdicciones el puma no les atañe a ellos: no hay ningún muro en la General Paz. El puma está rondando por Vicente López, pero cuidado, porque en cualquier momento puede tomarse el colectivo y mudarse al centro.