Pep Guardiola deja huérfano a todo un pueblo
En un mundo sin referentes políticos y sociales de calidad, el ex DT del Barcelona lo ha sido para muchos
Los culés, los seguidores y aficionados del Barça se sienten hoy huérfanos. Y es que la marcha de Pep Guardiola del club hay que interpretarla mucho más allá de una simple salida de un DT de un equipo de fútbol. Si su llegada al FC Barcelona hace cuatro años supuso toda una revolución, ahora su salida representa un trauma que realmente costará superar.
El barcelonismo siente que ha perdido a un padre, a una persona que ha enseñado y educado. Y es que Guardiola ha sabido cambiar la mentalidad del aficionado barcelonista: ahora ya no es negativo, catastrofista ni sufridor por naturaleza sino positivo, paciente, feliz. Cree en su equipo a ciegas, en su cantera, en su identidad, en su potencial y en lo que representa el Barça más allá del mundo de la pelota. Hay una nueva generación jóvenes barcelonistas que nunca conocieron la derrota.
Antes de la era Guardiola, el Barça era un club sin un claro rumbo, con poca fe en sí mismo y en su potencial. No había conseguido regularidad en su juego y en sus conquistas. Con Guardiola alcanzó algo impensable: ahora, su estilo y forma de plantear los partidos son admirados en el mundo entero. Y sus éxitos y títulos conseguidos avalan las metodologías guardiolistas. Y lo más loco de todo es que, quién supo cambiar la historia fue un entrenador que, hace 4 años dirigía un equipo de tercera división , sin casi experiencia manejando un vestuario profesional. Era conocido básicamente por haber sido un gran jugador del club en su época más gloriosa hasta entonces: la del "dream team" de Johan Cruyff.
LA "FILOSOFIA GUARDIOLA"
Pero la "filosofía Guardiola" no sólo ha tenido impacto entre la familia futbolera. Varios autores han plasmado su ideario de liderazgo en libros de "management" y gestión de equipos y grupos, creando así manuales de manejo empresarial y solución de situaciones críticas en entornos complicados .
Guardiola, pues, está casi a la altura de gurúes como Daniel Goleman, autor de "Inteligencia Emocional". Un ejemplo de eso es la campaña de publicidad de un banco catalán hace unos meses en la que Pep Guardiola asesora a los clientes de la entidad para ser más eficientes en sus trabajos. Un "coach" para la vida diaria.
Una perdida para Catalunya
Los catalanes también han perdido un referente nacional con la marcha de Guardiola. Desde la dirección técnica del equipo ha sabido representar a todo un pueblo por el mundo. Ha sido su mejor embajador. El ya ex entrenador del FC Barcelona es un gran defensor de la identidad catalana, de su idioma y de su cultura. En sus conferencias de prensa siempre ha hablado en catalán, su lengua materna e idioma oficial del club. Si le preguntaban en castellano, en inglés o italiano, respondía en esos idiomas que domina. Algo que a la prensa de Madrid no le gustó nunca y que ha interpretado, erróneamente, como una provocación. La eterna guerra Barcelona-Madrid, Catalunya-España.
No hace mucho, Josep Guardiola fue distinguido por el Parlamento de Catalunya. Se le otorgó la medalla de honor del Congreso de los Diputados catalán en reconocimiento por sus logros y por su aporte a la sociedad. Su discurso fue muy emotivo, especial, único, afirmando que "si nos levantamos temprano y nos ponemos a trabajar, Catalunya es imparable". En un mundo sin referentes políticos y sociales de calidad, Guardiola lo ha sido para muchos. Sus palabras a día de hoy siguen en boca de los políticos catalanes en plena crisis económica para alentar a los ciudadanos a seguir adelante. Muchos vieron allí a una persona con un futuro prometedor en política. El tiempo lo dirá.