Memorias circulares del 25
Los 25 de Mayo de mi niñez eran de alegría, de verdadera fiesta, tanta confianza tenía en la grandeza de la Argentina contada en los libros de lectura y en Billiken que era como si celebrara mi cumpleaños. A los 13 años, en 1955, choqué con la realidad: el bombardeo de junio y la revolución de septiembre que destituyó a Perón. Me di cuenta de que la historia de la república era compleja. El 25 de Mayo siguiente, el gobierno de la Revolución Libertadora, para mostrar que se restauraban el decoro y la dignidad presidencial, ofreció un programa tradicional: hubo tedeum, desfile cívico-militar, función de gala en el Teatro Colón y los partidarios del gobierno recorrieron las calles cantando la “Marcha de la libertad”.
En 1960, se festejó el Sesquicentenario del 25 de mayo de 1810. Me entusiasmé; yo era muy joven. Primero, debí aprender que “sesquicentenario” significaba ciento cincuenta años. Era presidente Arturo Frondizi. El Senado resolvió que se publicara, en homenaje a los hechos conmemorados, la colección Biblioteca de Mayo, integrada por veinte volúmenes. El 22 de mayo, Frondizi pronunció un discurso desde los balcones del Cabildo, como lo haría Raúl Alfonsín cuando asumió la presidencia después de la dictadura militar del Proceso (¡inolvidable!).
El 25, desfilaron 16.000 efectivos militares por la Avenida del Libertador y hubo una recepción para las 50 delegaciones extranjeras invitadas por la Cancillería. Francia entregó el testamento de San Martín. A su vez, el jefe de la delegación española trajo el original de la foja de servicios del general San Martín como militar del ejército español.
El 25 de mayo de 1973, el presidente elegido democráticamente, Héctor Cámpora, asumió tras siete años de dictadura militar. Desde la noche anterior había alegría en la Plaza de Mayo. Alegría efímera.
Recuerdo el 25 de mayo de 1976 porque fue trágico: la primera celebración de esa efeméride bajo el Proceso de Reorganización Nacional. Tapa del diario El Litoral, de Santa Fe: “Videla exaltó la libertad como patrimonio fundamental del programa elegido. Reiteró su pedido de comprensión”.
El 25 de mayo de 1978, el mismo diario tenía dos artículos en tapa. El título de la izquierda: “La fecha patria fue celebrada con unción”. Extremaunción. El título de la derecha informaba: “Videla recibió a la selección nacional”.
Guerra de las Malvinas. El 25 de mayo de 1982, la Armada Argentina hundió el carguero Atlantic Conveyor y la Fuerza Aérea hundió la fragata tipo 22 Broadsword. En la calle, oigo al pasar que un hombre joven le dice a otro: “¡Cómo no querés que esté contento si les reventamos dos barcos a los ingleses!”. Ceguera.
Celebración del Bicentenario. Los festejos duraron cinco días en la capital y tuvieron como escenario principal la avenida 9 de Julio. Hubo recitales de los principales cantantes populares.
El tedeum oficial se celebró en la basílica de Luján. Eso permitió que la presidenta Kirchner evitara encontrarse con el entonces cardenal Bergoglio. Las relaciones entre ellos no eran las mejores.
El espectáculo principal fue, el 25, el desfile del grupo Fuerza Bruta con treinta carrozas históricas por la avenida 9 de Julio ante tres millones de personas. Además, se reabrió el Teatro Colón. Anfitrión: Mauricio Macri. La presidenta fue invitada. No asistió.
Como invitados del extranjero, vinieron los presidentes Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, Sebastián Piñera, José Mujica, Fernando Lugo y Lula da Silva.
Hoy, 25 de mayo de 2021, el país está confinado, de duelo. Hay demasiados muertos, demasiados enfermos, demasiados pobres, demasiados delincuentes, demasiados corruptos de todo color, demasiado odio y el mismo fracaso repetido desde hace ¿80 o 90 años?