La filosofía del siglo XX vista de perfil
Cumplió 90 años hace apenas tres meses y el diario El País decidió llamarlo "el último intelectual vivo". La definición es abusiva no solamente porque excluye a otros; en realidad, Jürgen Habermas es más y menos que un intelectual: es un filósofo, acaso el último, eso sí, de una estirpe en extinción. ¿Cuál es esa estirpe? Para enterarse, bastaría leer justamente un libro suyo, Perfiles filosófico-políticos, recién reeditado por la editorial Taurus.
El índice es una genealogía, si no fuera por el hecho de que la única consanguinidad es la pertenencia a las líneas maestras de la filosofía del siglo XX: Heidegger, Jaspers, Karl Löwith, Wittgenstein, Gadamer, Gershom Scholem, Marcuse, Walter Benjamin, Theodor W. Adorno, a quien está dedicado el libro porque con él, para Habermas, "se estaba en el movimiento del pensamiento".
La maestría no resulta puramente filosófica: es sobre todo de estilo. Fogwill, el escritor argentino, solía decir que escribía para no ser escrito. Falta aquí un solo perfil, el del propio Habermas. Pero nadie podría escribirlo tan bien como él mismo.