Guerra a muerte contra los desertores
Cada día me convenzo más de que el desafío de la hora de nuestro gobierno -más que nuestro gobierno: nuestra causa, nuestra revolución- es seguir dando la batalla cultural. ¡No nos entreguemos aunque todo parezca derrumbarse! El martes prendí la televisión y los vi a Ricardo Forster , al Chino Navarro, a Edgardo Depetri y al Barba Gutiérrez, es decir, cuatro soldados de tiempo completo, en un programa de TN. ¿Desde cuándo vamos al pie de esbirros de Magnetto? Por supuesto, los hicieron hablar de inflación, crisis energética, pobreza... Salvo el Chino, que es un león vendiendo kirchnerismo (con argumentos que él jamás compraría), los otros tres hicieron agua. Ricardo, un consejo: lo tuyo es encerrarte en Carta Abierta o, a lo sumo, no aventurarte más allá de Barone y Víctor Hugo .
Concentrémonos en lo nuestro. Si los dos programas más vistos de la TV argentina son los de Tinelli y Lanata, nuestros mayores y más despreciables enemigos, no demos pelea allí. Hagamos un esfuerzo y tratemos, por ejemplo, de que 6,7,8 llegue a dos puntos de rating. No creo que sea una meta inalcanzable, y qué alegría le daríamos a la señora. Ella sí sabe de rating. Recurre una y otra vez a la cadena para pelear los cinco o seis puntos. El otro día un taxista me contó que a la cadena nacional la llama cadena musical: cada vez que aparece Cristina él pone un CD.
¿Dónde hay que dar la batalla? En la economía, ahora que está flaqueando. Apostemos fuerte ahí. Kicillof está haciendo lo suyo y escondió los datos de la pobreza. Muy bien. La última cifra que se conoce es 4,7% (primer semestre de 2013), lo cual incentivó la llegada de turistas extranjeros: todo el mundo quiere conocer el país que tiene un porcentaje de pobres inferior al de Suiza, la mitad del de Canadá y tres veces menor que el de Estados Unidos, Alemania e Inglaterra. De hecho, hay sólo cuatro países en el mundo con índices de pobreza por debajo de 5%. Cuando los turistas preguntan por el milagro económico argentino los llevan a conocer el Indec.
El de la pobreza es todo un tema. La UCA acaba de decir que está en 27,5%. Son 11 millones de personas, un número altísimo y que obliga a hacer algo. No digo hacer algo por los pobres, sino con ese índice. Hay que desacreditarlo, acusar a la UCA de golpista, mandarle a los de Quebracho, que para eso les pagamos. También está la posibilidad de que Capitanich diga que la cifra es correcta, y entonces inmediatamente quedará ridiculizada. (A propósito del Coqui: me encanta el stand up que hace todas las mañanas, está buenísimo; el único temita es que lo haga en la Casa Rosada habiendo tantos teatros a unas pocas cuadras, ¿no?)
Otro problema económico son los resultados que tuvo el campo en la última década. Como informó el lunes Fernando Bertello en LA NACION , salvo la soja, se vino todo abajo. Trigo, girasol, carne y leche fueron un desastre. Incluso el Ministerio de Trabajo informó que desaparecen 1000 empresas agropecuarias por año. Pregunté por qué Tomada se largaba a hacer semejante reconocimiento y me explicaron que para la militancia es una buena noticia que al campo le vaya horrible. Qué quieren que les diga: yo sufro por el pobre Lázaro Báez , que se compró como 30 estancias. Tantos Kirchner al lado de él, socios de él, y ninguno lo dateó bien.
No entiendo qué está pasando, pero todos los días aparecen indicadores espantosos: bajan las exportaciones, el superávit comercial, la industria, la construcción, las inversiones, el consumo, cierran locales, se retrae dramáticamente el crédito. No digo que todo esto se pueda ocultar, pero debe haber alguna forma de contrarrestar tanta pálida. Estoy convencido de que si buscamos bien vamos a encontrar algo que suba. Por ejemplo, por qué no le preguntamos a Liuzzi, el segundo de Zannini, a cuántos familiares y amigos les dio laburo en el Gobierno en los últimos días, que es su contribución a la lucha contra el desempleo. La semana pasada iba por 22. Cada vez que incorpore a uno nuevo deberíamos informarlo a través de Télam. Y cuando ya no tenga parientes sin trabajo (no le deben quedar muchos), que empiece con otra familia.
(Muchos malvados sólo recuerdan a Liuzzi por el llamado que le hizo a Oyarbide para frenar el allanamiento a una financiera. Yo les pido que sean más respetuosos con un tipo que, según parece, en 2003 tenía apenas 189.000 mangos y hace dos años ya había saltado a 7 millones.)
Guerra cultural, relato, lealtad a la causa y a nuestra Presidenta. No perdamos el norte en estos tiempos de vacas flacas y de cobardes que huyen. No hagamos lo de ese diputado ultrakirchnerista que llamó a un diario enemigo para hacerse el simpático y pedir piedad. Expulsemos del paraíso a ese encumbrado funcionario del equipo económico que en las sombras se reúne con indeseables que operan contra nosotros. Fuego eterno para los apóstatas -funcionarios, sindicalistas, empresarios, intelectuales, periodistas- que se apartan del camino. Señora, tengo los nombres de todos ellos y se los puedo pasar. Algunos son personas muy cercanas a usted y van a sus actos y la aplauden y sonríen y gozan.
O en realidad la gozan. No estoy muy seguro.
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