GNC
Uno de cada siete automóviles que recorren las calles y rutas de la Argentina lo hace equipado con GNC, una opción que ha crecido a ritmo ascendente con la crisis económica y el aumento del precio de la nafta. El año pasado, las conversiones aumentaron fuerte a partir de la devaluación, una copia de lo que ocurre cada vez que hay un terremoto económico. Por estas razones, la Argentina es uno de los países con mayor cantidad de automotores propulsados por gas, solo superada por Irán, China y Paquistán.
Es una opción alternativa que permite un ahorro importante si el uso es intensivo, ya que el costo de conversión es alto y puede llegar hasta los $60.000. Ya instalado, hay que renovar una vez por año la certificación de que está todo en condiciones. Esto se hace en los talleres autorizados y los precios varían. Están los que cumplen con lo que indica el Enargas y hacen el chequeo, pero son los más caros. Y luego están los otros, los más baratos, que reemplazan la oblea vieja por la nueva sin levantar el capó del auto ni revisar las conexiones del equipo. Muchos se inclinan por esta opción, pues cuesta la mitad. ¿Y la seguridad? Como siempre, las responsabilidades son compartidas, y en estos casos, lo son entre usuarios y mecánicos.