Mar del Plata, la ciudad de los teatros, en una semana frenética al ritmo de Fátima Florez y Javier Milei
La temporada de verano tuvo un comienzo distinto, marcado por la relación entre el presidente y la popular imitadora
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Pocas ciudades balnearias del mundo pueden ofrecer una cartelera teatral con un centenar de propuestas a lo largo de más de dos meses en espacios convencionales y alternativos, reservorio para que actores de estirpe y celebridades mediáticas hagan lo suyo frente a un público de gran parte del país que llega para verlos en persona; en el mejor de los casos durante las funciones o bien con la clásica selfie en la puerta de las salas.
El de Mar del Plata es un fenómeno único y hermosamente autóctono, que desembarcó en la arena en la década del 60 gracias a una iniciativa del recordado comediante Darío Vittori y fue creciendo hasta pináculos de masividad en os 80, donde era común toparse con Ricardo Darín, Susana Giménez, Alberto Olmedo, los Carrera, los Bredeston y más.
Las tertulias de trasnoche en el Hermitage, donde Carlos Rottemberg, Emilio Disi y Juan Carlos Calabró desempolvaban libretitas con las estadísticas de las ventas de entradas de años anteriores para compararlos con la temporada que se transitaba, era un ritual entrañable, de pura pasión por el teatro.
Para cubrir la temporada de Mar del Plata hay que arremangarse, literal y simbólicamente. Meter los pies en la arena. Los cronistas están, de algún modo, acostumbrados a la faena. Sin embargo, esta vez, el inicio de esta temporada impuso un desafío excepcional y mayúsculo. El pasado martes debutó la actriz e imitadora Fátima Florez, y tres días más tarde arribó Javier Milei para verla in situ. Si en otros tiempos todos corrían detrás de los recordados “galancitos”, ahora la primera dama y el presidente de la nación se convirtieron en las estrellas del inicio del banquete estival.
“Llega el viernes”, era la frase más escuchada entre cronistas. ¿Irá a la residencia presidencial de Chapadmalal?, se preguntaban muchos. “Viene en auto a la madrugada”, circuló el miércoles. “Lo hará en vuelo de línea”, se confirmó después. Las especulaciones continuaron: si el presidente partiría de madrugada, si pasaría la noche junto con su novia o si se quedaría en la ciudad para cerrar el año junto con Fátima.
Así son los desafíos de temporada; resistir rumores y chimentos. Siempre hay un romance del momento. Lo que nadie podía imaginar hasta algunos meses atrás es que el de esta temporada involucraría al mismísimo jefe del Estado argentino.
Sin Milei en la ciudad, el foco volverá a los teatros. La lupa se posará como siempre en esas marquesinas, en la guerra de las boleterías y en alguna que otra pelea de figuras con ganas de fama. Pero primero, esta vez hay que pasar el verano.