Entender el orden de prioridades
Por su dimensión, nuestra ciudad tiene entre los principales temas de gobernabilidad la necesidad de atender y resolver la relación entre la complejidad del tránsito y la calidad del transporte público. Es por eso muy preocupante que el debate constante entre vecinos y gobierno de la ciudad frene obras públicas mediante amparos presentados en la Justicia y que, paradójicamente, una vez concluidas traerían numerosos beneficios para los habitantes.
Varias cuestiones existen para tal desencuentro, pero fundamentalmente la relativa conciencia de cuál es el orden de prioridad de los intereses en pugna. Un ejemplo son los reclamos por la construcción de la línea H en el trayecto que recorre un sector de la plaza Francia; es obvio que las obras del subte deben ir por el itinerario elegido. Y para ello se realizaron durante el mandato de anteriores gobiernos audiencias públicas que convalidaron este circuito y este plan de etapas, validando, incluso, el inicio de las obras desde la zona sur. Por lo tanto, ahora y llegado el momento de su ejecución, debería comprenderse como inevitable que por un cierto tiempo el área ha de estar afectada por esas mismas obras alguna vez ya debatidas. Y eso es lo que ocurre hoy en plaza Francia.
Pero para comprender el sentido de un ciclo completo de proyectos, decisiones, licitaciones y obras, y lograr tolerancia y consensos, es fundamental que el Estado genere un proceso continuo de comunicación referido al cumplimiento del Plan Urbano y Ambiental de la ciudad y de las obras públicas que lo producen. Y por parte de la ciudadanía, aceptar y valorar más el saber profesional a cargo de esas decisiones técnicas. Así, antes de pensar que se está destruyendo una plaza, la ciudadanía podría pensar que se está construyendo el subte.
El autor es arquitecto, desarrollador y vecino de la Capital Federal
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