Economía
"La economía es demasiado importante para dejarla en manos de los economistas. La economía es una decisión política que debe estar en manos de la Presidenta, como instrumento flexible para gobernar."
(Del senador oficialista Aníbal Fernández.)
Para hacer economía de ingenio, un recurso común es copiar frases de otros, con ligeras adaptaciones. Es lo que haremos en este artículo: nos aprovecharemos de la chispa que tenía el médico, periodista y político francés Georges Benjamin Clemenceau (1841-1929), a quien llamaban El Tigre porque su buen humor solía agotarse cuando debía reprimir protestas sociales, combatir a los pacifistas y exigir que se castigara de manera todavía más dura a los alemanes después de la derrota de 1919.
Decía Clemenceau: "Gobernar dentro de un régimen democrático sería mucho más fácil si no hubiera que ganar elecciones todo el tiempo". Y también: "Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero lo hace para estar segura de que verdaderamente se encuentra bajo tierra". Y también: "La justicia militar es a la justicia lo mismo que la música militar es a la música".
La mejor frase de Clemenceau, la más recordada, es ésta: "La guerra es un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de los militares". En francés, este tipo de definiciones se llaman boutades . Son, sobre todo, bromas para sorprender al público. Aplicárselas a cualquier tema como si fueran verdades reveladas es un modo muy bueno de caer en el ridículo. Ejemplos: "La neurocirugía es un asunto demasiado serio para dejárselo a los neurocirujanos"; "La educación es un asunto demasiado serio para dejárselo a los maestros"; "La pastelería es un asunto demasiado serio para dejárselo a los maestros pasteleros". Y, sobre todo: "La política es un asunto demasiado serio para dejárselo a los políticos".
Después de haber escuchado al senador Fernández, muchos economistas arrojaron al fuego sus títulos. Nuestro consejo: pidan un duplicado. Tengan en cuenta que las bancas legislativas son un asunto demasiado serio para dejárselo a los legisladores.