Disidencias
Fue uno de los momentos de mayor brillo en el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española , celebrado en Córdoba . Estuvo a cargo de la escritora María Teresa Andruetto, que desde el principio sentó su posición. "No fue sencillo para mí aceptar la invitación a cerrar este congreso -dijo-, por las disidencias diversas que con él tiene -por razones también diversas- la comunidad a la que pertenezco y por mis propias disidencias". Y agradeció que nadie revisara la invitación. Las divergencias fueron, efectivamente, muchas y de fondo, y habrá que examinarlas con tiempo. La autora de El anillo encantado cuestionó "cierta pretensión de uniformidad, la homogeneización que destruye lo singular o lo invisibiliza", y advirtió: "Debiéramos cuidarnos mucho de una lengua que se someta a la lengua oficial, una escritura que pone en retirada a cada modalidad de la lengua en particular, cuidarnos de no confundir la lengua viva con los cementerios de la lengua, acoger, dice también Fernando Vallejo, el idioma de la vida, que es el local".
Un aplauso hondo y extenso cerró sus palabras. Ella lo había advertido poco antes: "Estoy aquí como escritora, y el lugar de quien escribe es, en lo que respecta a la lengua, un lugar de desobediencia, de disenso".