Cristina comenzó a gobernar
- Hacen exactamente lo contrario de lo que sostuvieron en el pasado. Y jamás una autocrítica
- Nos enemistamos con el mundo
- Aunque con matices escasos –dijo Ferretti sin disimular su euforia y después de leer todos los diarios del martes- en esos dos únicos argumentos pueden sintetizarse los ataques de los opositores al proyecto de nacionalización de YPF.
- ¿Sabe que tiene razón? Me pregunto –le pregunté- por qué será que a todo cambio de conducta se le exige que vaya acompañado de desgarradores y públicos arrepentimientos. En política, al menos, ¿no resultaría más razonable colocar las acciones por encima de las motivaciones?
- Sin ir más lejos, cuarenta años después, esta misma semana, Videla ha reconocido por primera vez, sin resignar arrogancia y sin mayores señales de estar aunque sea apesadumbrado, su responsabilidad en el asesinato de 8 mil personas. ¿Se arrepintió? Qué importancia tiene.
- Lanata pasa videos de Víctor Hugo para demostrar su pasado antikirchnerista. No tardará Víctor Hugo en devolverle a Lanata alguna grabación en la que se lo escuche embestir brutalmente contra Magnetto.
- Tal vez, Ferretti, no hemos conseguido todavía desprendernos de la herencia cultural de las religiones bíblicas y el arrepentimiento esté algo sobredimensionado.
- No olvide que sigue siendo su mejor oferta: arrepiéntase de sus pecados con el último suspiro y se ganará el Cielo en tiempo de descuento.
- El dogma, la más perfecta forma del pensamiento único, no admite otra lógica que la de pecado/no pecado. Hay una sola verdad y no se discute. Pero de nada sirve modificar conductas si antes no nos arrastramos por el lodo del arrepentimiento.
- Y cuando domina el pensamiento único no hay espacio para la equivocación, para la toma de posiciones que sólo cobran sentido en contextos excepcionales y bajo determinadas circunstancias.
- Se nos reclama coherencia eterna y, por sobre todo, rigidez para no cambiar.
- Cuando la vida real, Ferretti, es dudar, ir y venir, abrazar convicciones que luego serán abandonadas, errar y corregir. La gran noticia no es que Cristina contradijo una postura anterior, si es que realmente lo hizo. La gran noticia es que mandó al Congreso, y eso es lo que debemos discutir, una propuesta para nacionalizar YPF.
- Y entonces nos peleamos con el mundo y quedamos aislados y qué será ahora de nosotros...
- ¿Con qué mundo nos peleamos, Ferretti? ¿Con una España fundida y decadente, amenazada por el desempleo, la corrupción y la ineptitud de sus gobernantes?
- No hay que subestimar su poder de reacción: podrían enviarnos al rey Juan Carlos al frente de su manada de elefantes. A propósito, que desafortunada la metáfora del tiro en el pie. O expropiarnos a Messi.
- Déjese de pavadas.
- Europa no es pavada, mi amigo.
- Ahí reconozco cierta peligrosidad: mire si deportan a la princesa Máxima y se compra un castillo en El Calafate.
- Ahora el que hace los chistes es Usted…
- Oiga, es la medida más importante que ha tomado el gobierno de Cristina. Para bien o para mal, comenzó a gobernar.
- Y una diputada macrista la definió como una pantalla para ocultar el tema Boudou.
- Pensé que era para dismular el aumento del ABL. La verdad es que no puede ser que al día siguiente salgamos todos a la calle, convertidos en expertos en políticas de hidrocarburos. Hasta hace dos días el modelo de Brasil con Petrobrás era un ejemplo a seguir. ¿Tratamos de hacer lo mismo y somos unos tarados? El mundo cambió, Ferretti. En una economía globalizada y salvajemente competitiva, nos guste o nos guste, dos que se pelean son una oportunidad para un tercero.
En ese momento, un mulato de bermudas con la camiseta roja y negra del Flamengo nos sonrió desde una mesa vecina. Un minuto después, un grupo de chinos con gorritas de visera nos pidió permiso para sacarnos una foto. Salimos con Ferretti al sol del mediodía y escuchamos el sonido de sus máquinas mientras hacíamos la V de la victoria.