Los 40 años del Cubo
Un rompecabezas tridimensional. ¿A quién se le ocurriría algo así? A una civilización extraterrestre. A algún hechicero milenario. A una antigua secta ocultista. ¿Cierto?
No. Este año, el Cubo de Rubik cumplirá 40 años. Se le ocurrió a Ernö Rubik, profesor de arquitectura húngaro, que se propuso que sus estudiantes comprendieran problemas tridimensionales. Lo desarrolló en 1974 y lo patentó en 1975. Lo llamó Cubo Mágico, intentó comercializarlo y tuvo bastante éxito en Hungría. Pero no más allá; el Estado comunista no veía con buenos ojos exportar el misterioso Cubo.
Así que Rubik lo dio a conocer en exposiciones internacionales, y en 1979, en Nuremberg, un especialista en juguetes llamado Tom Kremer vio su potencial y negoció la distribución con Ideal Toy Company, de Estados Unidos. El acuerdo prosperó y empezó a venderse en 1980, con un nombre nuevo y más pegadizo: Cubo de Rubik. Se convertiría en uno de los juegos más populares de la historia y en un ícono universal.
El récord mundial lo tiene actualmente Yusheng Du, de China, que resolvió el rompecabezas en 3,47 segundos. En rigor, y como ocurre en otros ámbitos, el campeón absoluto es hoy un robot, que el año último venció al Cubo en 0,38 segundos.